Palta 10
Mayo 2013
Apartado 10
Reconocimiento y manejo del paro cardíaco
Descripción general
Al
contrario
que en adultos, el paro cardíaco en lactantes y niños no es normalmente el
resultado de una causa cardíaca primaria (esto es, paro cardíaco súbito).
Normalmente es el resultado final de una insuficiencia respiratoria progresiva o
shock. Esta forma de paro se denomina hipóxico,
por asfixia, o un paro
hipóxico isquémico; en este
apartado, se utilizará el término paro por
por hipoxia l asfixia. Se
produce más a menudo en lactantes y niños pequeños, especialmente en aquellos
con una enfermedad subyacente. La
insuficiencia respiratoria y el shock pueden revertirse generalmente si se
identifican y tratan con prontitud. Si progresan a paro cardíaco, el pronóstico
es generalmente malo.
El paro cardíaco súbito
por arritmia ventricular se produce en alrededor del 5% a115% de todos los paros
cardíacos pediátricos hospitalarios y extrahospitalarios. Aunque un ritmo
desfibrilable (esto es, fibrilación ventricular [FV] o taquicardia ventricular
[TV] sin pulso) se manifieste en solo el 14% de los paros hospitalarios, está
presente en hasta el 27% de estos paros en algún momento de la reanimación. Para
obtener más detalles, consulte el cuadro Nota a continuación. La incidencia de
paro cardíaco causado por FV/TV
sin pulso aumenta con la edad, por lo que debe tenerse en cuenta en cualquier
paciente con colapso súbito. Hay cada vez más indicios de que la muerte súbita
inesperada en los jóvenes puede asociarse a anomalías cardíacas subyacentes.
NOTA : Tasas de supervivencia del paro cardíaco pediátrico |
Las tasas de supervivencia después de un paro cardíaco pediátrico
varían en función de la ubicación del paro y del ritmo presente. La
información acerca de los paros cardíacos pediátricos hospitalarios
está disponible en los datos de Get With The Guidelines r:
Resuscitation, anteriormente Registro Nacional de la Reanimación
Cardippulmonar. La tasa de supervivencia es mayor (alrededor del 25% al 34%) cuando el ritmo presente es desfibrilable (FV o TV sin pulso) en comparación con la asistolia (alrededor del 7% al 24%). La tasa de supervivencia de un ritmo de actividad eléctrica sin pulso (AESP) es de alrededor del 38% en paros hospitalarios. En cambio, cuando la FV / TV se desarrolla como un ritmo secundario durante un intento de reanimación (es decir, no como el ritmo del paro cardíaco inicial) en niños hospitalizados, la supervivencia es inferior a la observada en paros cardíacos con ritmos no desfibrilables (11 % frente al 27% de supervivencia hasta el alta). La mayor tasa de supervivencia (64%) se produce cuando hay bradicardia y mala perfusión y las compresiones torácicas comienzan antes de que se desarrolle un paro sin pulso. Para obtener más detalles consulte las secciones "Epidemiología y resultados" y "Calidad de la RCP" en la Lista de lecturas recomendadas al final de este apartado. Para obtener información adicional sobre los resultados de reanimación hospitalaria, consulte el sitio web Get With The Guidelines-Resuscitation: www.heart.org/resuscitation. |
A pesar de la mejora en los resultados de la RCP hospitalaria, un gran número de niños con paro cardíaco hospitalario e incluso un mayor porcentaje de niños con paro cardíaco extrahospitalario no sobreviven, o se ven gravemente incapacitados. Debido a que los desenlaces clínicos de un paro cardíaco son tan desfavorables, la atención debe centrarse en su prevención mediante :
La prevención de los procesos y lesiones de la enfermedad que pueden derivar en paro cardíaco.
El reconocimiento y manejo tempranos de la dificultad respiratoria, insuficiencia respiratoria y shock antes de que deriven en paro cardíaco.
Objetivos de aprendizaje
Después de estudiar este apartado, podrá :
Identificar las dos vías clínicas que derivan en insuficiencia cardiopulmonar en niños: insuficiencia respiratoria y shock
Manejar a un niño según el algoritmo de paro cardíaco pediátrico
Identificar las dos vías clínicas que derivan en paro cardíaco: hipoxia / asfixia y paro cardíaco súbito
Enumerar las causas reversibles potenciales del paro cardíaco (H y T)
Reconocer la importancia de la presencia familiar durante la reanimación
Describir la repercusión de la presencia familiar en la actuación del equipo
Analizar la terminación de los esfuerzos de reanimación y el fallecimiento del paciente
Preparativos para el curso
Durante el curso, tendrá la oportunidad de practicar y poner a prueba sus
habilidades de RCP. Su actuación también se evaluará en 2 escenarios de casos.
Definición de paro cardíaco
El paro cardíaco es
el cese de la circulación sanguínea causado por una actividad mecánica cardíaca
ausente o ineficaz. Clínicamente, el niño está inconsciente y no respira o solo
jadea/boquea. No existe pulso detectable. La hipoxia cerebral hace que el niño
pierda la consciencia y deje de respirar, aunque pueden observarse respiraciones
agónicas durante los primeros minutos después del paro súbito. Cuando la
circulación se detiene, la isquemia de los
órganos y tejidos resultante puede causar la muerte de células, órganos y del
paciente si no se revierte con rapidez.
Secuencias del paro cardíaco
Las dos secuencias del paro cardíaco en los niños son :
Hipoxia/asfixia
Paro cardíaco súbito
Paro por asfixia l hipoxia
El paro por hipoxia/asfixia es la causa más común de paro cardíaco en lactantes,
niños y adolescentes. Es el resultado final de la hipoxia del tejido progresiva
y la acidosis causadas por la insuficiencia respiratoria y el shock.
Independientemente del episodio iniciador o del proceso de la enfermedad, la
secuencia común final que precede al paro cardíaco es la insuficiencia
cardiopulmonar (Figura 1).
Paro cardíaco súbito
El paro cardíaco súbito (PCS) es menos común en niños que en adultos. A menudo, está causado por el desarrollo repentino de FV o TV sin pulso. Entre las condiciones o causas de predisposición para el paro cardíaco súbito se incluyen :
Miocardiopatía hipertrófica
Arteria coronaria anómala
Síndrome QT largo u otras canalopatías
Miocarditis
Intoxicación por fármacos (por ejemplo, digoxina, efedra, cocaína)
Commotio cordis (es decir, un golpe seco en el tórax)
La prevención primaria de algunos episodios de paro cardíaco pediátrico puede ser posible con una evaluación cardiovascular (por ejemplo, para la miocardiopatía hipertrófica o síndrome de QT largo) y con el tratamiento de los problemas de predisposición (por ejemplo, miocarditis o arteria coronaria anómala). Algunos casos de paro cardíaco súbito en niños y adultos jóvenes se asocian a mutaciones gen éticas que causan canalopatías de iones cardíacos.
Una canalopatía es
un trastorno de los canales iónicos de miocitos que predispone al corazón a
sufrir arritmias. Estos tipos de mutaciones se encuentran en el 14% al 20% de
las víctimas de paro cardíaco súbito en cuyas autopsias no se encuentra una
causa de la muerte. Dado que estas mutaciones se pueden heredar genéticamente,
la elaboración meticulosa de una historia familiar de muertes súbitas o sin
explicación (incluidos ahogamiento, síndrome de muerte súbita del lactante [SIDS]
e incluso accidentes de tráfico) podría ser un indicador de la presencia de
canalopatía familiar.
Identificar e intervenir
:
|
En este curso se enfatiza la importancia de identificar y tratar la dificultad respiratoria, la insuficiencia respiratoria y el shock antes de la progresión en insuficiencia cardiopulmonar y paro cardíaco. La identificación y el tratamiento tempranos son cruciales Rara salvar las vidas de niños con enfermedades o lesiones graves. |
La segunda intervención de prevención de muerte por
PCS requiere una reanimación eficaz y temprana, incluida una desfibrilación
a tiempo. La mayoría de los episodios de PCS en niños se produce durante la
actividad deportiva. El tratamiento
rápido del PCS en niños solo será posible si los entrenadores, formadores,
padres y la población general saben que el PCS puede darse en niños. Los
testigos presenciales deben estar preparados y dispuestos a activar el sistema
de respuesta a emergencias, proporcionar una RCP de calidad y usar un DEA tan
pronto como esté disponible.
Causas del paro cardíaco
Las
causas del paro cardíaco en niños varían en función de la edad del niño y el
estado de salud subyacente. Las causas también varían según el lugar donde se
produce el episodio (intrahospitalario o extrahospitalario).
La mayoría de los paros cardíacos extrahospitalarios en lactantes y niños se
producen en el hogar o cerca del mismo. El SIDS
es una de las principales causas de muerte en lactantes de menos de 6 meses de
edad. La frecuencia del SIDS ha disminuido con la campaña que instruye a los
padres para que coloquen a los niños boca arriba a la hora de dormir. Consulte
la Lista de lecturas recomendadas para obtener referencias sobre el SIDS.
El traumatismo es la causa de muerte predominante en niños mayores de 6 meses hasta la adolescencia. Las causas de paro cardíaco por traumatismo incluyen el compromiso de la vía aérea, neumotórax a tensión, shock hemorrágico y lesión cerebral.
El paro
cardíaco en los niños puede estar asociado a una condición reversible. La
revisión de las H y T (consulte el cuadro Identificación e intervención más
adelante) le ayudará a identificar las causas reversibles. Las causas inmediatas
más comunes de paro cardíaco pediátrico son la insuficiencia respiratoria y la
hipotensión. Una arritmia es una causa menos común de paro.
Identificar e intervenir
:
|
El paro cardíaco infantil puede estar asociado a una condición reversible. Si no piensa en las causas reversibles ni en los factores que causan complicaciones, es muy probable que los pase por alto. Repase las H y T siguientes para identificar causas potencialmente reversibles de paro cardíaco o factores que puedan complicar los esfuerzos de reanimación.
Considere también un traumatismo no reconocido como la causa del paro cardíaco, especialmente en lactantes y niños pequeños. |
La Figura 2 resume las causas comunes de paro cardíaco intra y
extrahospitalario, categorizadas por etiologías respiratorias, de shock o
cardíacas súbitas.
Figura 2. Causas
del paro cardíaco pediátrico. Según la información de Meert KL, Donaldson A,
Nadkarni V, Tieves Kelly S, Schleien Charles L, Brilli RJ, Clark RS, Shaffner DH,
Levy F, Statler K, Dalton HJ, van der Jagt EW, Hackbarth R, Pretzlaff R, Hernan
L, Dean JM, Moler FW; para la Pediatric Emergency Care Applied Research Network.
Multicenter cohort study of in-hospital cardíac arrest. Pediatr Crit Care Med. 2009;10:544-553..
Reconocimiento de
la insuficiencia cardiopulmonar
La insuficiencia cardiopulmonar se define como una combinación de insuficiencia respiratoria y shock (normalmente shock hipotenso). Se caracteriza por
una oxigenación, ventilación y perfusión del tejido inadecuadas. Clínicamente,
el niño tiene un color marmóreo o cianótico, jadea/boquea
o respira de forma
irregular y
puede presentar bradicardia. Un niño
con insuficiencia cardiopulmonar puede estar a tan solo unos minutos de sufrir
un paro cardíaco. Una vez que el niño desarrolla insuficiencia cardiopulmonar,
el proceso de reversión puede resultar difícil.
Si el niño está inconsciente, evalúe usando el modelo de evaluación primaria.
Busque indicios de insuficiencia cardiopulmonar, que puede incluir alguno o
todos los signos siguientes:
Identificar e intervenir
:
|
Detecte y trate la insuficiencia respiratoria y el shock antes de
que el niño empeore y sufra una insuficiencia cardiopulmonar y paro
cardíaco. |
Reconocimiento del paro cardíaco
Los signos del paro cardíaco son :
Ausencia de respuesta
Sin respiración o sólo jadea/boquea
Ausencia de pulso (evalúe durante más de 10 segundos)
El ritmo del paro se puede apreciar en el monitor cardíaco. Sin embargo, la
monitorización no es obligatoria para el reconocimiento del paro cardíaco.
Si
un niño está inconsciente y no respira (las respiraciones agónicas no cuentan),
trate de palpar un pulso central (braquial en un lactante, carotídeo o femoral
en un niño). Debido a que incluso los profesionales de la salud son
incapaces de detectar de forma fiable un pulso, no pase más de 10 segundos
tratando de encontrarlo. Si no existe pulso ó no está seguro, inicie la RCP,
comenzando con compresiones torácicas.
Ritmos de paro
cardíaco
El paro cardíaco se asocia a uno de los ritmos siguientes, también conocidos
como ritmos de paro cardíaco
:
Asistolia
Actividad eléctrica sin pulso (AESP)
FV
TV sin pulso, incluidas torsades de pointes
La
asistolia y la AESP son los ritmos iniciales más comunes que se observan en el
paro cardíaco pediátrico hospitalario y extrahospitalario, especialmente en
niños < 12 años. Los ritmos de complejos QRS anchos lentos que preceden
inmediatamente a la asistolia suelen denominarse ritmos agónicos (Figura
3). La FV y la TV sin pulso son más frecuentes en niños con colapso súbito
o en niños con una afección cardiovascular subyacente.
Asistolia
La asistolia es un paro cardíaco sin actividad eléctrica discernible. Se
representa con una línea recta (plana) en el ECG. No utilice solo el ECG para el
diagnóstico del paro cardíaco; confírmelo siempre clínicamente porque una "línea
plana" en el ECG puede causarla también una derivación suelta del ECG.
Puede recordar las causas potencialmente reversibles de asistolia recordando las
H y las T (consulte el cuadro Identificar e intervenir "H y T" al comienzo de
este apartado). Otras causas de asistolia son el ahogamiento y la sepsis que
derivan en hipoxia y acidosis.
Actividad eléctrica sin pulso
La AESP no
es un ritmo específico. Se trata de un término para describir una actividad
eléctrica organizada (esto es, no FV , TV ni asistolia) en un monitor de ECG o
cardíaco que se asocia a pulsos no palpables; las
pulsaciones se pueden detectar mediante una onda arterial o un estudio con
Doppler, pero los pulsos no son palpables. La frecuencia de la actividad
eléctrica puede ser lenta (lo más común), normal o rápida. Una AESP muy lenta
puede considerarse agónica. En
la AESP, el ECG puede mostrar complejos QRS normales o anchos u otras
anormalidades, incluídas :
Ondas T de amplitud baja o amplitud alta
Intervalos PR y QT prolongados
Disociación AV, bloqueo AV completo o complejos ventriculares sin ondas P
Vuelva a evaluar el ritmo monitorizado y anote la frecuencia y ancho de los
complejos QRS.
La AESP puede estar causada por condiciones reversibles que pueden recordarse
fácilmente si se piensa en las H y T.
(Consulte el cuadro Identificación e intervención "H y T" al comienzo de este
apartado.) A menos que pueda identificar y tratar la causa de la AESP con
rapidez, es probable que el ritmo derive en asistolia.
Fibrilación ventricular
Cuando la FV está presente, el corazón no tiene un ritmo organizado ni
contracciones coordinadas (Figura 4). La actividad eléctrica es caótica. El
corazón se agita pero no bombea sangre. Por lo tanto, los pulsos no son
palpables. La FV puede estar precedida de un breve período de TV.
La FV es poco común en niños. En diversos estudios de paro cardíaco pediátrico,
se observó que la FV era el ritmo inicial en un 5% al 15% de paros cardíacos
extrahospitalarios y de los hospitalarios. La prevalencia general puede ser más
alta porque la FV puede ocurrir de manera temprana durante un paro y deteriorar
rápidamente a asistolia. Se ha observado FV en hasta el 27% de los paros
pediátricos hospitalarios en algún momento durante la reanimación.
La FV sin una causa subyacente conocida con anterioridad puede producirse muy
raramente en adolescentes sin ninguna otra enfermedad aparente durante
actividades deportivas.
La causa de la FV puede ser una anomalía cardíaca no diagnosticada o canalopatía, como el síndrome de QT prolongado. Un impacto súbito en el tórax como resultado de un choque u objeto en movimiento puede causar commotio cordis, que generará FV . Considere las H y T a la hora de pensar en otras causas reversibles potenciales.
La supervivencia y los desenlaces clínicos de pacientes con FV o TV sin pulso
como ritmo del paro inicial normalmente
son mejores que los de los pacientes que presentan asistolia o AESP . El
desenlace se puede mejorar con un reconocimiento y tratamiento rápidos de RCP y
desfibrilación.
Taquicardia ventricular sin pulso
La TV puede producir pulsos o puede ser una forma de paro sin pulso de origen
ventricular. Dado que el tratamiento de la TV sin pulso difiere del tratamiento
de la TV con pulso, la evaluación del pulso es necesaria para determinar el
tratamiento adecuado. Casi cualquier causa de TV puede presentarse sin pulsos
detectables. Al contrario que la FV, la TV sin pulso se caracteriza por
complejos QRS anchos y organizados (Figura 5A). La duración de esta forma de
paro sin pulso es normalmente breve antes de deteriorarse a FV Consulte el
apartado 9: "Reconocimiento y manejo de la taquicardia" para obtener más
información.
La TV sin pulso se trata exactamente igual que la FV Consulte el algoritmo de
paro cardíaco pediátrico.
Torsades de pointes
La TV sin pulso puede ser monomórfica (los complejos ventriculares se muestran
uniformes) o polimórfica (los complejos ventriculares son diferentes). Las
torsades de pointes son una forma distintiva de TV polimórfica (Figura 5B).
Esta arritmia se observa en condiciones que se distinguen por un intervalo QT
prolongado, incluido el sindrome de QT largo congénito, reacciones adversas a
los fármacosy anomalías en niveles de electrolitos (por ejemplo, hipomagnesemia).
Consulte el apartado 9 para obtener más información.
Manejo del paro cardíaco
RCP de alta calidad
La RCP de alta calidad es la base del soporte vital básico y avanzado para el
manejo del paro cardíaco.
Dato fundamental
:
|
|
Las Guías de la AHA de 2010 para RCP yACE recomendaron
un cambio en la secuencia de RCP de A-B-C (Apertura de la vía aérea-Buena
ventilación-Circulación / Compresiones) a C-A-B (Compresiones torácicas -
Apertura de la vía aérea - Buena ventilación). Este cambio afectará
principalmente a un solo reanimador que realiza las
acciones en secuencia.
Cuando hay más reanimadores disponibles, las diferentes acciones se realizan de manera simultánea en lugar de siguiendo un orden estricto. El cambio a C-A-B se realizó por diferentes motivos :
Solo alrededor del 30% de las víctimas de muerte súbita recibieron RCP realizada por un testigo presencial. Uno de los obstáculos en la RCP realizada por un testigo presencial puede ser la dificultad para abrir la vía aérea y administrar las ventilaciones. Las compresiones torácicas son más fáciles de enseñar y de realizar. Se espera que este cambio aumente los índices de RCP realizada por un testigo presencial.
Las compresiones no precisan de ningún equipo, por lo que la RCP se puede comenzar inmediatamente sin ningún retraso.
La gran mayoría de las víctimas de paro cardíaco son adultos con PCS. El PCS se trata mejor con compresiones torácicas y desfibrilación inmediatas.
Aunque una combinación de compresiones torácicas y de ventilación es necesaria para tratar el paro por hipoxia / asfixia (esto es, la mayoría de los paros pediátricos), la secuencia C-A-B retrasaría las ventilaciones aproximadamente 18 segundos ó menos .
Una secuencia C-A-B uniforme para las víctimas de todas las edades (excepto los recién nacidos) es fácil de aprender, recordar y realizar.
Dato fundamental : Reducir al mínimo las interrupciones de las compresiones torácicas. |
Las compresiones torácicas solo deben interrumpirse brevemente (< 10 segundos) para la ventilación (hasta que se coloque un dispositivo avanzado para la vía aérea), verificación del ritmo y administración de descargas. |
Revise los aspectos fundamentales de la SVB/BLS en la Tabla 1. Estas
recomendaciones se basan en las Guías de
la AHA de 2010 para RCP yACE.
NOTA : RCP usando sólo las manos (solo compresiones) |
La RCP Hands-OnlyTM (solo compresiones) es más fácil de realizar para un reanimador sin entrenamiento, y un operador telefónico de emergencias puede dirigirla con mayor facilidad en el caso de víctimas adultas de paro cardíaco. Además, las tasas de supervivencia a paros cardíacos de etiología cardíaca con RCP usando solo las manos y RCP usando compresiones y ventilación de rescate son similares. Sin embargo, para los reanimadores legos con entrenamiento y todos los profesionales de la salud que puedan hacerlo, se sigue recomendando realizar compresiones y ventilación. Las ventilaciones son más importantes durante la reanimación de un paro por hipoxia/asfixia que durante los primeros minutos de reanimación de un paro cardíaco súbito. Dado que el paro por hipoxia/asfixia es la causa más común de paro cardíaco en lactantes y niños, y puesto que se ha demostrado que la combinación de compresiones y ventilaciones mejora la supervivencia en comparación con las compresiones por sí solas en este tipo de paros, se sigue recomendando la combinación de compresiones y ventilaciones para la reanimación pediátrica por parte de todos los reanimadores. Sin embargo, las compresiones torácicas por sí solas son preferibles a la omisión de la RCP en cualquier víctima de paro cardíaco. |
Monitorización de la calidad de la RCP
Durante la reanimación, el líder del equipo, además del resto de los miembros,
deben monitorizar la calidad de la RCP. Asegura una buena comunicación con el
equipo para garantizar que las compresiones torácicas son de una profundidad y
frecuencia adecuadas, que el tórax se expande completamente después de cada
compresión y que las ventilaciones no sean excesivas. (Consulte el cuadro de
datos fundamentales "RCP de alta calidad" en este apartado.)
Muchos pacientes hospitalizados, especialmente si están en la UCI, cuentan con
monitorización avanzada y algunos tienen un dispositivo avanzado para la vía
aérea y reciben ventilación mecánica. La monitorización continua del CO2
espiratorio final (PETCO2) del niño puede proporcionar información indirecta
sobre la calidad de las compresiones torácicas (Figura 6). Si el PETCO2 es < 10
a 15 mm Hg, el gasto cardíaco durante la RCP es probablemente lento y los
pulmones no reciben el aporte sanguíneo suficiente.
Deben realizarse esfuerzos para verificar que las compresiones cardíacas son eficaces con un objetivo de aumento del PETCO2 hasta un rango de > 10 a 15 mm Hg. Si el niño tiene un catéter arterial permanente, utilice la forma de onda como medio para evaluar la posición de las manos y la profundidad de la compresión torácica. Un pequeño ajuste de la posición de las manos o de la profundidad de la compresión puede mejorar de forma significativa la amplitud de la forma de onda arterial, reflejando un mejor volumen sistólico inducido por la compresión torácica.
Verifique que la ventilación no es excesiva. Tanto el CO2 espiratorio final, como la forma de onda arterial pueden ser útiles para la identificación del retorno de la circulación espontánea (RCE).
Soporte vital avanzado pediátrico en el paro cardíaco
El objetivo inmediato de las intervenciones terapéuticas en el paro cardíaco es
el RCE, la restauración de un ritmo cardíaco espontáneo y de perfusión. El RCE
se produce cuando se reanuda un ritmo eléctrico cardíaco organizado en el
monitor y se observan pulsos centrales palpables. También se detectarán los
datos clínicos correspondientes de perfusión (por ejemplo, aumento súbito del
PETCO2, presión arterial mensurable).
El soporte vital avanzado puede incluir lo siguiente :
Evaluación del ritmo (desfibrilable frente a no desfibrilable)
Acceso vascular
Desfibrilación
Terapia con medicación
Manejo avanzado de la vía aérea
Dato fundamental :
Factores de una |
Recuerde qué el éxito de cualquier reanimación se basa en una RCP de alta calidad, la admil"!istración puntual de las descargas para los ritmos desfibrilables y un buen trabajo en equipo. |
Evaluación del ritmo
La identificación del ritmo como desfibrilable o no desfibrilable determina la
secuencia aplicable del algoritmo de paro cardíaco pediátrico. El algoritmo
describe la secuencia recomendada de RCP, descargas y administración de
medicamentos para ritmos de paro desfibrilables y no desfibrilables. Aunque el
algoritmo muestra acciones de forma secuencial, muchas acciones (por ejemplo,
las compresiones y la administración
de medicamentos) se realizan normalmente de forma simultánea cuando están
presentes varios reanimadores.
Acceso vascular
Las prioridades para las vías de administración de fármacos durante el SVAP/PALS
son :
Intravenoso
Intraóseo
Endotraqueal
Cuando el niño con una enfermedad grave desarrolla un paro cardíaco, es posible que ya se haya establecido el acceso vascular. Si no hay acceso vascular, debe establecerse inmediatamente. El acceso IV periférico es aceptable durante la reanimación si se puede establecer rápidamente, pero puede que su colocación sea difícil en niños con una enfermedad grave. Limite el tiempo que pasa tratando de obtener un acceso IV en un niño con enfermedades o lesiones graves. Si el acceso IV no está presente y no puede alcanzar un acceso IV fiable de manera inmediata, establezca el acceso IO.
El acceso IO es útil como acceso vascular inicial en casos de paro
cardíaco. Por este motivo, en el algoritmo de paro cardíaco pediátrico y a lo
largo de este apartado, si los fármacos se pueden administrar por vía
intravenosa o intraósea, la vía intraósea figurará en primer lugar (esto es, IO
/ IV). En otros apartados de este manual, los fármacos que se pueden administrar
por cualquiera de las dos vías figurarán con la abreviatura de la vía
intravenosa en primer lugar (esto, IV / IO).
Vía intravenosa
En la mayoría de los casos, el acceso IV periférico es preferible al acceso
venoso central para la administración de medicamentos y líquidos durante la
reanimación. Aunque la vía venosa central es más segura que la vía periférica,
el acceso a la vía venosa central no es necesario durante la mayoría de los
intentos de reanimación, y su colocación requiere interrupciones en las
compresiones torácicas . Las complicaciones de los intentos de colocación de la
vía venosa central mientras se realizan las compresiones torácicas pueden
incluir laceraciones vasculares, hematomas, neumotórax y hemorragia.
Si el catéter venoso central ya está colocado, será la vía preferida para la
administración de fármacos y líquidos. La administración venosa central de los
medicamentos acelera la acción y ofrece una mayor concentración máxima que la
administración venosa periférica.
El establecimiento de una línea periférica no requiere la interrupción de la RCP, pero la administración de fármacos a la circulación central puede retrasarse. Con el fin de mejorar la administración de fármacos a la circulación central, haga lo siguiente cuando administre fármacos por una vía venosa periférica :
Administre el fármaco con inyección en bolo.
Administre el fármaco mientras continúa con las compresiones torácicas.
Continúe con un bolo de 5 ml de SN para mover el fármaco de la circulación periférica a la circulación central.
Vía intraósea
Si el acceso IV no está disponible, los fármacos y los líquidos se pueden
administrar de forma segura y eficaz a través de la vía I0. De hecho, la vía I0
es útil como acceso vascular inicial en casos de paro cardíaco. Los puntos
imoortantes sobre el acceso I0 son :
El acceso I0 puede establecerse en todos los grupos de edad.
A menudo, el acceso I0 puede obtenerse en un periodo de 30 a 60 segundos.
Es preferible utilizar el acceso I0 a la vía ET.
Cualquier fármaco o líquido que pueda administrarse por vía IV puede administrarse por vía I0.
La canulación I0 proporciona acceso a un plexo venoso de la médula ósea no colapsable, que sirve como vía rápida, segura y fiable de administración de fármacos y líquidos durante la reanimación.
La técnica utiliza una aguja rígida, preferiblemente una aguja especialmente diseñada para la vía I0 o para la médula ósea. Aunque una aguja 10 con estilete es preferible para evitar su obstrucción con el hueso cortical durante la inserción, las mariposas, las agujas hipodérmicas estándar y las agujas medulares pueden insertarse con éxito y utilizarse eficazmente.
Consulte "Recursos para el manejo de las emergencias circulatorias" al final del
apartado 7: "Manejo del shock" para obtener más información sobre el acceso IO.
Vía endotraqueal
Las vías IV y I0 se prefieren a la vía ET para la administración de fármacos.
Los fármacos liposolubles pueden administrarse por vía ET. Entre estos se
incluyen Vasopresina, Atropina, Lidocaína, Epinefrina/adrenalina y Naloxona
(VALEN). Sin embargo, son pocos los estudios realizados en seres humanos que
ofrezcan directrices para la dosificación de la vasopresina.
Cuando se considere la administración de fármacos a través de la vía ET durante
la RCP, tenga presentes estos conceptos :
La absorción de los fármacos desde el árbol traqueobronquial es imprevisible, por lo que los niveles de fármacos y sus efectos son también imprevisibles.
Se desconoce la dosis óptima de la mayoría de los fármacos administrados por vía ET.
La administración de fármacos a la tráquea causa niveles sanguíneos más bajos que la misma dosis administrada por acceso IV ó I0.
Los datos en animales sugieren que las menores concentraciones de adrenalina obtenidas cuando el fármaco se administra por vía ET pueden producir una vasodilatación transitoria pero perjudicial mediada por beta-adrenérgicos.
Las dosis de fármacos recomendadas administradas por vía ET son mayores que las del acceso IV/ IO.
La dosis ET recomendada de adrenalina es 10 veces las dosis IV/IO.
La dosis ET típica de otros fármacos es 2 a 3 veces . la dosis IV/IO.
Dato fundamental : Técnica para la administración de medicación por vía ET |
Si se administra un fármaco por vía ET, adminístrelo de la siguiente forma :
|
Desfibrilación
Una descarga de desfibrilación "aturde" el corazón al despolarizar una masa
crítica de miocardio. Si la descarga tiene éxito, pone fin a la FV. Esto permite
que las células del marcapasos fisiológico natural del corazón reanuden un ritmo
organizado. El retorno a un ritmo organizado, sin embargo, no garantiza la
supervivencia por sí solo. El ritmo organizado debe producir en última instancia
una actividad mecánica cardíaca eficaz que produzca un RCE, definido por la
presencia de pulsos centrales palpables. Si se están monitorizando el CO2
espiratorio final (PETco2) o la presión intra-arterial del niño, también se
pueden utilizar para obtener signos indicativos de RCE (Figura 6).
Cuando intente la desfibrilación, realice compresiones hasta que el
desfibrilador se cargue, administre 1 descarga y reanude inmediatamente la RCP,
comenzando por las compresiones torácicas. Si la descarga elimina la FV,
continúe con la RCP, ya que la mayoría de las víctimas tienen asistolia o AESP
inmediatamente después de la administración de una descarga. Las compresiones
torácicas son necesarias para mantener el flujo sanguíneo desde el corazón
(circulación coronaria) al cerebro hasta que se reanude la contractilidad
cardíaca. No existe evidencia que sugiera que la realización de compresiones
torácicas en un niño con actividad cardíaca espontánea sea perjudicial. Si no se
elimina la FV con la descarga, el corazón está probablemente isquémico. La
reanudación de las compresiones torácicas es probable que sea más útil para el
niño que la administración inmediata de una segunda descarga.
En un entorno extrahospitalario o sin monitorización, no pierda tiempo buscando
un ritmo desfibrilable o palpando un pulso inmediatamente después de administrar
una descarga; tampoco es probable que esté presente. Reanude la RCP de alta
calidad comenzando con I.as compresiones torácicas. Esta secuencia se puede
modificar a discreción del profesional de la salud en unidades hospitalarias
equipadas con sistemas de monitorización arterial invasiva. En instalaciones
hospitalarias que cuenten con medios de monitorización invasiva, el retorno de
una onda arterial o un aumento súbito del PETCO2 sugieren el RCE. Cuando los
parámetros monitorizados indiquen el RCE, confírmelo palpando el pulso central.
Para obtener más información acerca del procedimiento de desfibrilación manual,
consulte el cuadro Concepto crítico "Desfibrilación manual" más adelante en este
apartado.
Terapia con medicación
Los objetivos para la administración de la medicación durante el paro cardíaco son :
Aumentar las presiones de perfusión coronaria y cerebral, y el flujo sanguíneo
Estimular una contractilidad miocárdica espontánea o más vigorosa
Acelerar la frecuencia cardíaca
Corregir y tratar la causa posible del paro cardíaco
Suprimir o tratar las arritmias }
Las medicaciones que pueden usarse durante el tratamiem:: del paro cardíaco
pediátrico figuran en la Tabla
2.
Manejo avanzado de la vía aérea
Al manejar la vía aérea y la ventilación de víctimas pediátricas de paro
cardíaco, considere lo siguiente :
Evite la ventilación excesiva durante la reanimación.
La ventilación excesiva puede ser dañina ya que impide el retorno venoso y reduce el gasto cardíaco.
La mayor presión intratorácica procedente de ventilación de presión positiva eleva también la presión auricular derecha y reduce, por tanto, la presión de perfusión coronaria.
Cuando ventile con ayuda de una mascarilla (en ciclos de 15 compresiones y 2 ventilaciones), administre cada ventilación durante 1 segundo y proporcione el volumen suficiente para elevar el tórax.
Un volumen corriente o presión excesiva durante la ventilación con dispositivo de bolsa mascarilla puede dilatar el estómago. La distensión gástrica impide la ventilación y aumenta"el riesgo de aspiración.
Evite el uso rutinario de presión cricoidea si interfiere con la intubación o ventilación.
Use la capnografía o capnometría de forma de onda para confirmar y monitorizar la colocación de tubo ET.
Los dispositivos colorimétricos de CO2 exhalado pueden no detectar la presencia de CO2 exhalado (esto es, la falta de un cambio de color indica que no se detecta CO2) durante el paro cardíaco a pesar de la colocación correcta del tubo ET. Use laringoscopia directa para confirmar la colocación del tubo si no se detecta CO2 exhalado y existe evidencia de que el tubo está en la tráquea (por ejemplo, elevación torácica y ruidos respiratorios bilaterales).
Al administrar las ventilaciones con un tubo ET durante la RCp, administre 1 ventilación cada 6 a 8 segundos (8 a 10 ventilaciones por minuto) sin detener las compresiones torácicas. Las compresiones torácicas se administran sin interrumpirse con una frecuencia mínima de 100 cpm. Para obtener más detalles, consulte "Inserción de un dispositivo avanzado para la vía aérea durante la RCP" más adelante en este apartado.
El dispositivo avanzado para la vía aérea (por ejemplo, un tubo ET) puede
colocarse durante la RCP. Sin embargo, en un estudio de paros cardíacos
extrahospitalarios en los que el tiempo de traslado de los servicios de
emergencia médica (SEM) fue corto y los profesionales tenían una experiencia
limitada en la intubación pediátrica, no se demostró la ventaja de la intubación
ET con respecto a la ventilación con dispositivo de bolsa mascarilla en términos
de supervivencia. Este estudio no trata la intubación ET en el entorno
hospitalario, pero sugiere que la intubación inmediata puede no ser necesaria.
Para obtener más detalles, consulte Gausche et al, 2000 (la referencia completa
se encuentra en la Lista de lecturas recomendadas al final de este apartado).
Concepto crítico : Coordinación de los miembros del equipo durante la reanimación |
Mediante el uso del algoritmo de paro cardíaco pediátrico, los profesionales de la salud deben estructurar las evaluaciones e intervenciones en función de períodos de 2 minutos de RC ininterrumpida de alta calidad. Esto requiere organización para que cada miembro del equipo sepa cuáles son sus responsabilidades. Si todos los miembros del equipo están familiarizados con el algoritmo, pueden anticiparse y prepararse para los siguientes pasos, preparar el equipo y las dosis adecuadas de las medicaciones. Los encargados de las compresiones torácicas deben turnarse cada 2 minutos aproximadamente. |
Algoritmo de paro cardíaco pediátrico
El algoritmo de paro cardíaco pediátrico
(Figura 7) muestra los pasos de evaluación y manejo para un lactante o niño con
paro cardíaco que no responde a las intervenciones de SVB/BLS. El algoritmo de
paro cardíaco pediátrico se basa en el consenso de expertos. Se ha diseñado para
maximizar los períodos ininterrumpidos de RCP, a la vez que permite una
administración eficiente de terapia eléctrica y medicaciones según sea
necesario. Aunque las acciones se enumeran de forma secuencial, cuando
participan varios reanimadores, algunas acciones pueden realizarse de forma
simultánea.
Los números de los pasos en el texto que figura a continuación hacen referencia
a los pasos correspondientes del algoritmo. El algoritmo está formado por dos
secuencias, en función del ritmo cardíaco observado en el monitor o interpretado
por un DEA :
En el lado izquierdo del algoritmo, se muestra la secuencia de un ritmo desfibrilable (FV/TV).
En el lado derecho del algoritmo, se muestra la secuencia de un ritmo no
desfibrilable (asistolia/AESP).
Inicio de la RCP (paso 1 )
Tan pronto como se observe que el niño está inconsciente y que no respira (o
solo boquea/jadea), pida ayuda y active el servicio de respuesta a emergencias,
consiga un desfibrilador (manual o DEA), verifique el pulso e inicie la RCP,
comenzando con las compresiones torácicas. Conecte los parches del monitor de
ECG o del DEA tan pronto como estén disponibles. Durante la reanimación,
administre una RCP de alta calidad (administre compresiones torácicas con la
frecuencia y profundidad adecuadas, permita la descompresión torácica completa
después de cada compresión, minimice las interrupciones en las compresiones y
evite la ventilación excesiva). Utilice una relación compresión-ventilación de
30:2 con un solo reanimador y de 15:2 con dos reanimadores. Administre O2 con
las ventilaciones tan pronto como sea posible.
Una vez que haya conectado el monitor/desfibrilador, verifique el ritmo.
Determine si el ritmo es desfibrilable (FV
/ TV)
o no desfibrilable (asistolia/AESP). Si el ritmo es desfibrilable, proceda con
el lado izquierdo del algoritmo.
Ritmo desfibrilable: FV /
TV (Paso
2)
Si el ritmo es desfibrilable, administre una descarga no sincronizada (Paso 3).
Realice la RCP mientras el desfibrilador se carga, si es posible. Cuanto menor
sea el intervalo entre la última compresión y la administración de la descarga,
mayor será el potencial de éxito de la descarga (eliminación de FV). Por lo
tanto, intente mantener este intervalo lo más breve posible, lo ideal es < 10
segundos. Inmediatamente después de la administración de la descarga, reanude la
RCP de alta calidad, comenzando con las compresiones torácicas. En un entorno
monitorizado, este enfoque puede modificarse según el criterio del profesional.
Si la reanimación tiene lugar en un entorno de cuidados intensivos y el niño
tiene colocado un catéter para la monitorización intraarterial, la presencia de
una forma de onda con una presión arterial adecuada puede ser útil para
identificar el RCE. En otros entornos, esta determinación se realizará
transcurridos aproximadamente 2 minutos de RCP durante la siguiente verificación
del ritmo. Un aumento significativo de la presión de CO2 exhalado (PETCO2)
también puede ser un signo indicativo de RCE.
Los dispositivos de desfibrilación para niños son :
DEA (que puede distinguir ritmos pediátricos desfibrilables de los que no son desfibrilables y que en el mejor de los casos viene equipado con un sistema de atenuación de la descarga para dosis pediátricas)
Cardioversor / desfibrilador manual (permite la administración de dosis de descargas variables)
Lo ideal es que las instituciones al cuidado de niños con riesgo de arritmias y
paro cardíaco (como hospitales ó servicios de urgencias hospitalarios) cuenten
con desfibriladores que puedan ajustar la energía de la descarga de forma
adecuada para los niños.
DEA
Los DEA están programados para evaluar el ECG del niño con el fin de determinar
si hay un ritmo desfibrilable, cargarse para administrar una dosis
predeterminada y avisar al reanimador para que administre la descarga. El DEA
ofrece indicaciones acústicas y visuales para ayudar al operador. Se ha
observado que muchos algoritmos de DEA, aunque no todos, son sensibles y
específicos para reconocer las arritmias desfibrilables en los niños. Muchos
están equipados con sistemas de parches-cables que atenúan la dosis de adultos
para administrar una dosis de energía menor, más adecuada para niños. Estos
atenuadores de dosis se deben utilizar en niños < 8 años de edad y de menos de
25 kg de peso aproximadamente.
Desfibrilador manual
Se desconoce la dosis de energía eléctrica óptima para la desfibrilación
pediátrica. Para desfibrilación manual, es aceptable una dosis inicial de
2 a 4 J / kg, Y para una mayor facilidad de aprendizaje se puede considerar una
dosis de 2 J/kg (forma de onda bifásica o monofásica). Si la FV o la TV sin
pulso persisten tras la verificación del ritmo, administre una dosis de 4 J/kg
en la segunda descarga. Si la FV persiste tras la segunda descarga, utilice una
dosis de al menos 4 J/kg o más, sin superar los 10 J/kg o la dosis para adultos
máxima. Se han registrado casos de reanimación con éxito en niños con una dosis
de descarga de hasta 9 J/kg.
Puede utilizar parches de desfibrilación o palas para administrar las descargas
con un desfibrilador manual. Los parches de desfibrilación son preferibles
porque son fáciles de aplicar y reducen el riesgo de formación de arco
eléctrico. También pueden usarse para monitorizar el ritmo cardíaco. Si utiliza
palas, aplique un gel conductor, crema, pasta o un parche de desfibrilación
entre la pala y el tórax del niño para reducir la impedancia transtorácica. No
utilice gasas empapadas en solución salina, geles para ecografías ni parches con
alcohol. Los parches con alcohol podrían causar incendios y quemaduras en el
tórax.
Consulte el cuadro Concepto crítico "Desfibrilación manual" más adelante en este
apartado para ver los pasos universales para manejar un desfibrilador manual.
Palas/parches
Use las palas o los parches de desfibrilación autoadhesivos más grandes que
encajen en la pared torácica sin que haya contacto entre ellos. El tamaño de
palas recomendado se bada en la edad / peso del niño.
Nota: la selección de parches pediátricos frente a parches adultos es específica del fabricante. Consulte las instrucciones del embalaje para determinar el tamaño adecuado.
Coloque las palas / parches de desfibrilación de forma que el corazón quede
situado entre ellos. Coloque una pala / parche de desfibrilación en el lado
superior derecho del tórax de la víctima debajo de la clavícula derecha,
y el otro
a
la izquierda del pezón izquierdo, en la línea axilar anterior directamente sobre
el corazón. Deje un espacio de al
menos 3 cm entre las palas; cuando utilice parches, colóquelos de forma que no
entren en contacto. Cuando utilice palas, ejerza presión con firmeza para crear
un buen contacto con la piel.
En situaciones especiales, pueden ser necesarias algunas modificaciones (por
ejemplo, si el niño tiene implantado un desfibrilador).
Despejar la zona para la desfibrilación
Para
garantizar la seguridad de los reanimadores durante la desfibrilación, realice
una inspección visual del niño
y del equipo
de reanimación justo antes de administrar la descarga.
Asegúrese
de que el flujo elevado de O2 no se dirige al tórax del niño. Avise a los demás
de que está a
punto de
administrar la descarga y que todos deben alejarse. Establezca una "advertencia"
firmemente y con voz enérgica antes de administrar cada descarga (esta secuencia
completa deberá hacerse en menos de 5 segundos). Consulte el cuadro Concepto
crítico "Desfibrilación manual".
Reanudar la RCP, establecer acceso IV /
IO (Paso
4)
Inmediatamente después de la descarga, reinicie la RCP, comenzando con las
compresiones torácicas. Realice la RCP durante unos 2 minutos. (Para 2
reanimadores, esto supone aproximadamente 10 ciclos de 15 compresiones seguidos
de 2 ventilaciones). Mientras realice la RCP, si no se ha establecido un acceso
vascular (I0 {oo IV), otro miembro del equipo de reanimación debe establecer un
acceso vascular para anticiparse a la necesidad de medicamentos.
Antes de verificar el ritmo, el líder
del equipo debe
garantizar que el equipo esté preparado para las siguientes acciones :
Turnar los encargados de realizar las compresiones.
Calcular la dosis de descarga adecuada para administrarla si persiste la FV/TV sin pulso.
Preparar fármacos para su administración, si está indicado.
Verificar el ritmo
Después de 2 minutos de RCP, verifique el ritmo. Trate
de limitar las interrupciones en la RCP a
< 10 segundos para la verificación del ritmo.
Esta verificación del ritmo puede indicar los resultados siguientes de la
descarga y RCP previas :
Finalización de la FV/TV a ritmo "no desfibrilable" (asistolia, AESP o ritmo organizado con pulso)
Persistencia de ritmo desfibrilable (FV/TV)
NOTA : Posicionamiento adecuado de electrodos anterioposterior |
Algunos fabricantes de desfibriladores recomiendan la colocación de los parches de desfibrilación autoadhesivos en una posición anteroposterior, colocando uno sobre el corazón de la víctima y el otro en la espalda. La colocación anteroposterior puede ser necesaria en un lactante, especialmente si solo se dispone de parches de desfibrilación grandes. Coloque los parches de desfibrilación según las recomendaciones del fabricante del desfibrilador. Estos parches suelen incluir una ilustración sobre su colocación. |
Finalización de la FV/TV (es decir, el ritmo
" no es desfibrilable ) (Paso 12)
Si el ritmo no es desfibrilable, verifique si existe un
ritmo "organizado" (es decir, con complejos regulares [Figura 8]). Si el ritmo
es organizado, palpe en busca de un pulso central. Si existe pulso, comience los
cuidados posparo cardíaco. Si el ritmo no es organizado, no pierda tiempo en
realizar una verificación del pulso; en lugar de ello, continúe con la RCP
inmediatamente (Paso 10).
Si se detecta AESP (un ritmo organizado sin pulso palpable) o asistolia en las
verificaciones del ritmo, continúe con la RCP comenzando con las compresiones y
vaya al lado derecho del algoritmo (Paso 10 u 11).
Si hay cualquier duda sobre la presencia de pulso, reanude inmediatamente la RCP
(Paso 10). Es poco probable que las compresiones torácicas sean perjudiciales
para un niño con ritmo espontáneo y pulsos débiles. Si
no hay pulso o no
está seguro, reanude la RC?
Concepto crítico : Desfibrilación manual (para FV ó TV sin pulso) |
Continúe la RCP sin interrupciones durante todos los pasos hasta el 8 en este cuadro. Reduzca al mínimo el intervalo desde las compresiones a la administración de descargas (no administre ventilaciones en el lapso de compresiones y la administración de descarga).
|
Dato fundamental : Verificaciones de ritmo y pulso |
Recuerde que las verificaciones del ritmo y pulso deben ser breves ( < 10 segundos). Las verificaciones de pulso son innecesarias a menos que exista un ritmo organizado (u otra evidencia de ritmo de perfusión, como forma de onda arterial o un aumento persistente y repentino de PETCO2). En entornos especializados (por ejemplo, en una unidad de cuidados intensivos) con monitorización intraarterial o hemodinámica, los profesionales pueden alterar esta secuencia. |
FV / TV persistente
Si la verificación de ritmo revela un ritmo desfibrilable es decir, FV/TV
persistente), prepárese para administrar una segunda descarga con un
desfibrilador manual (4 J / kg ó con un DEA. Reanude las compresiones
torácicas mientras se carga el desfibrilador. Si se ha establecido el acceso
IV / IO, administre adrenalina mientras continúa con las compresiones. Considere
la inserción de un dispositivo avanzado para la vía aérea, si no hay ya uno
colocado. Una vez cargado, confirme que el personal se ha separado del paciente
y administre la descarga (Paso 5).
Continúe la RCP con compresiones torácicas inmediatamente después de la
administración de la descarga (Paso 6). Las compresiones debe realizarlas
otra persona (es decir, los encargados de efectuar las compresiones deben
turnarse cada 2 minutos).
Realice la RCP durante unos 2 minutos. (Para 2 reanimadores, esto supone
aproximadamente 10 ciclos de 15 compresiones seguidos de 2 ventilaciones).
Administrar adrenalina (Paso 6)
Si la
FV/TV
continúa a pesar de la administración de 2 descargas y de la RCP,
administre adrenalina tan pronto como esté disponible el acceso lO / IV mientras
continúa con
las compresiones.
El algoritmo de paro cardíaco pediátrico y las Guías
de la
AHA de 2010 para
RCP yACE no indican un tiempo
específico para la administración de la primera dosis de adrenalina. Esto se
debe a que no existen evidencias publicadas para orientar recomendaciones sobre
cuándo debe administrarse el fármaco. Además, a algunos pacientes se les
realizará un acceso lO/IV y una monitorización hemodinámica con prontitud, pero
a otros no. La administración de adrenalina no se sugirió anteriormente
(inmediatamente después de la primera descarga)
porque puede no ser necesaria si la primera descarga tiene éxito (es decir, se
pueden observar la eliminación de la FV y un ritmo organizado en la verificación
del ritmo tras la primera descarga y transcurridos 2 minutos desde el inicio de
la RCP).
NOTA : Momento de la administración de adrenalina |
En un entorno monitorizado, un profesional puede elegir administrar adrenalina antes o después de la segunda descarga. Cuando se identifique la FV/TV durante la verificación del ritmo, se puede administrar la adrenalina duranfe la RCP que precede (mientras se carga el desfibrilador) o sigue inmediatamente a la administración de la descarga.
Sin embargo, si, en un entorno monitorizado, existe un ritmo organizado durante la verificación del ritmo, es razonable verificar la presencia de pulso para evitar una dosis innecesaria de adrenalina ya que puede producir efectos adversos. Por ejemplo, si la FV / TV inicial estaba relacionada con miocardiopatía, miocarditis o reacciones adversas a fármacos, la administración de la adrenalina inmediatamente después de la eliminación de la FV/TV podría inducir una FV/TV recurrente. |
Administración de medicación durante la RCP
Lo ideal es que administre medicamentos lO/IV durante las compresiones porque el
flujo sanguíneo generado por ellos ayuda a hacer circular los fármacos.
Por
consenso, las Guías de
la AHA de 2010 para RCP yACE recomiendan
la administración de medicación durante las compresiones inmediatamente antes (si
las compresiones se realizan mientras el desfibrilador se está cargando) o después de
la administración de la descarga, de forma que los fármacos tengan tiempo para
circular antes de la siguiente verificación del ritmo (y administración de la
descarga si es necesario).
Los miembros del equipo responsables de los fármacos para reanimación deben
anticipar y preparar la siguiente dosis
de fármacos que pueden necesitar después de la
próxima verificación de ritmo. Todos los miembros del equipo deben estar
familiarizados con el algoritmo de paro cardíaco pediátrico y consultarlo
durante la reanimación para adelantarse a las intervenciones siguientes. Las
tablas de fármacos, gráficos u otras referencias deb~.n estar disponibles para
agilizar el cálculo de la dosis de los fármacos. El uso de una cinta de
reanimación con códigos de color basada en la talla del paciente facilita la
estimación rápida de las dosis de fármacos adecuadas.
La administración ET de
fármacos para reanimación da como resultado concentraciones sanguíneas más bajas
que la misma dosis administrada por vía intravascular. Los estudios sugieren
también que la concentración de adrenalina más baja obtenida cuando el fármaco
se administra por vía ET puede producir efectos beta-adrenérgicos transitorios
(en lugar de los efectos vasoconstrictores alfa-adrenérgicos). Estos efectos
pueden ser perjudiciales y causar hipotensión, presión y flujo de perfusión
arterial coronaria más bajos, reduciendo las probabilidades del RCE. Otra
desventaja de la administración de fármacos ET es que se deben interrumpir las
compresiones torácicas para administrar los fármacos por esta vía.
Inserción de un dispositivo avanzado para la vía aérea durante la
RCP
El líder del equipo determinará cuál es el mejor momento para la intubación
endotraqueal. Debido a que es probable que la inserción de un dispositivo
avanzado para la vía aérea interrumpa las compresiones torácicas, el líder del
equipo debe ponderar los beneficios relativos de asegurar
la vía aérea y de minimizar las interrupciones en las compresiones. Si es
necesaria la intubación endotraqueal, una planificación y organización
cuidadosas de los recursos y el personal reducirán el tiempo de interrupción de
las compresiones. Una vez introducido el tubo ET, confirme que se encuentra en
la posición correcta.
Cuando se coloca un dispositivo avanzado para la vía aérea durante la RCP, se pueden proporcionar compresiones torácicas de manera continuada.
Consulte el
cuadro Concepto crítico "RCP con un dispositivo avanzado para la vía aérea".
Concepto crítico : RCVP con dispositivo avanzado para la vía aérea |
Una vez que se haya colocado un dispositivo avanzado para la vía aérea (por ejemplo, un tubo ET), la secuencia de la RCP cambia de compresiones torácicas en "ciclos" a compresiones torácicas continuas y con una frecuencia de ventilaciones regular. Un miembro del equipo administra las compresiones torácicas a una frecuencia de al menos 100 cpm. Otro miembro del equipo administra 1 ventilación cada 6 a 8 segundos (una frecuencia de aproximadamente 8 a 10 rpm). Los miembros del equipo que realicen las compresiones torácicas deben turnarse cada 2 minutos para reducir la fatiga del reanimador y garantizar unas compresiones torácicas de alta calidad. Limite las interrupciones de las compresiones torácicas al mínimo necesario para las verificaciones de ritmo y la administración de las descargas. Esta secuencia puede modificarse en entornos especiales (por ejemplo, en una unidad de cuidados intensivos) con monitorización continua con ECG y hemodinámica. |
Verificar el ritmo
Después de 2 minutos de RCP y la administración de adrenalina, vuelva a
verificar el ritmo. Trate de limitar
las interrupciones en las compresiones torácicas a < 10 segundos para verificar
el ritmo. Las acciones que se deben realizar según el ritmo presente se enumeran
en el cuadro :
Para la FV ITV persistente (Paso 7)
Administrar
descarga
Si la FV/TV persisten, administre 1 descarga con el desfibrilador manual (4 J/kg o más, hasta 10 J/kg o la dosis para adulto máxima) o un DEA. Realice compresiones torácicas, si es posible, mientras el desfibrilador se carga. Cuando el desfibrilador esté cargado, confirme que el personal se ha separado del paciente y administre la descarga.
Inmediatamente después de la descarga, reinicie la RCP comenzando con las compresiones torácicas. Realice la RCP durante unos 2 minutos. (Para 2 reanimadores, esto supondrá aproximadamente 10 ciclos de 15 compresiones seguidos de 2 ventilaciones).
Medicaciones antiarrítmicas (Paso 8)
Inmediatamente después
de reanudar las compresiones torácicas , administre amiodarona ó lidocaína si no
dispone de amiodarona. Si la verificación del ritmo muestra torsades de pointes,
administre magnesio.
Dosifique los agentes antiarrítmicos de la manera siguiente :
Administre los fármacos por vía IO / IV durante las compresiones torácicas.
Resumen de la secuencia de FV /TV sin pulso
La Figura
9 resume la secuencia recomendada de RCP, verificaciones
de ritmo, descargas y administración de fármacos para FV / TV sin
pulso según el consenso de los expertos.
Piense en el manejo de un paro sin pulso debido a FV/ TV como un flujo casi continuo de RCP. En condiciones
idóneas , la RCP se
interrumpe solo durante breves periodos para las verificaciones de ritmo y la
administración de descargas. La preparación y administración de fármacos no
requiere la interrupción de la RCP y no debe retrasar la administración de la
descarga.
Ritmo no desfibrilable
(Asistolia / AESP
Paso
9)
Si el ritmo no es desfibrilable, puede que haya AESP o asistolia. El manejo de
este ritmo se indica en la secuencia del lado derecho del algoritmo de paro
cardíaco pediátrico (Figura 7).
Tenga en cuenta que el 25% de los niños
hospitalizados del registro nacional de RCP en Estados Unidos desarrollaron un
ritmo desfibrilable en algún momento de la reanimación. Si se desarrolla FV
durante la reanimación, regrese al lado izquierdo del algoritmo de paro cardíaco
pediátrico (Paso 5
ó 7).
Establecer acceso vascular (Paso
10)
Para el tratamiento de la asistolia o AESP, realice una
RCP de calidad, administre adrenalina de forma adecuada e intente identificar y
tratar las causas potencialmente reversibles del paro.
Continúe con la RCP de calidad durante aproximadamente 2 minutos. Durante este
tiempo, establezca acceso vascular (10 o IV) y considere la intubación
endotraqueal. Tan pronto como haya establecido el acceso vascular, administre
adrenalina en bolo durante las compresiones torácicas.
Las dosis de adrenalina se indican a continuación :
Verificar el ritmo
Después de 2 minutos de RCP, verifique el ritmo.
Ritmo no desfibrilable
Si la verificación del ritmo muestra un ritmo no desfibrilable, continúe la RCP inmediatamente con compresiones torácicas y trate las causas potencialmente reversibles del paro cardíaco. Para recordarlas, utilice la regla nemotécnica de las H y las T (consulte la tabla H y T en esta página).
Después
de otros 2 minutos de RCP, verifique el ritmo. Si es organizado, busque el
pulso. Si existe pulso, comience los cuidados posparo cardíaco. Si el pulso no
es palpable o el ritmo no es organizado, vaya al paso 10. Si en algún momento se
detecta un ritmo no desfibrilable, vaya al lado izquierdo del algoritmo (Paso 5
o 7).
Resumen de
secuencia de tratamiento
de asistolia / AESP
La Figura 10 resume la secuencia recomendada de RCP, basada en el consenso de
expertos, verificaciones de ritmos, descargas y administraciones de fármacos
para asistolia y AESP.
El manejo de cualquier paro sin pulso se considera
como un flujo casi continuo de RCP, que solo debería interrumpirse por breves
verificaciones del ritmo. No interrumpa la RCP para la preparación de los
fármacos ni para su administración. Administre los fármacos por vía lO/IV
durante las compresiones torácicas. Consulte el cuadro Concepto crítico "RCP con
un dispositivo avanzado para la vía aérea" anterior en este mismo apartado.
Identificación y tratamiento de causas potencialmente reversibles del paro cardíaco
El desenlace clínico del paro cardíaco pediátrico suele ser desfavorable. El reconocimiento rápido, la realización de una RCP de calidad de forma inmediata y la corrección de los factores contribuyentes y las causas potencialmente reversibles ofrecen las mayores posibilidades de éxito de la reanimación. Algunos paros cardíacos pueden estar asociados a una condición potencialmente reversible. Si puede identificar esta condición y tratarla con rapidez, los esfuerzos de reanimación pueden tener éxito.
Para buscar las causas potencialmente reversibles o los factores contribuyentes,
haga lo siguiente :
Asegúrese de que se está proporcionando una RCP de alta calidad.
Verifique que el dispositivo avanzado para la vía aérea está permeable y eficaz.
Asegúrese de que las ventilaciones producen una elevación torácica visible sin un volumen ni frecuencia excesivos.
Verifique que el dispositivo de dispositivo de bolsa mascarilla está conectada a una fuente de flujo alto de O2-
Considere las causas potencialmente reversibles recordando las H y las T.
H y T
El paro cardíaco en los niños puede estar asociado con una condición reversible.
Considere también un traumatismo no reconocido como la causa del paro cardíaco,
especialmente en lactantes y niños pequeños.
Retorno de la
circulación espontánea
Si los esfuerzos de reanimación restauran con éxito un ritmo organizado (o
existe otra evidencia de RCE, como un aumento persistente de Petco2 o
pulsaciones visibles en una forma de onda arteria/), verifique el pulso del niño
para determinar si existe ritmo de perfusión. Si existe pulso, comience los
cuidados postparo cardíaco.
Paro cardíaco pediátrico: circunstancias especiales
Las circunstancias especiales siguientes que producen un paro cardíaco pediátrico requieren un manejo específico :
Traumatismo
Ahogamiento
Anafilaxia
Intoxicación
Cardiopatía congénita: ventrículo único
Hipertensión pulmonar
Paro cardíaco causado por traumatismo
El paro cardíaco asociado al traumatismo en los niños representa un subgrupo significativo de paros cardíacos pediátricos extrahospitalarios. La reanimación inadecuada (incluída la reanimación con volumen inadecuada) es una de las principales causas de muertes por traumatismo pediátricas evitables (para obtener más información, consulte Dykes el al, 1989 [la referencia completa se encuentra en la Lista de lecturas recomendadas]).
A pesar de la respuesta rápida y eficaz
extrahospitalaria y del centro de traumatología,
a nivel de supervivencia de los niños con paro cardíaco
extrahospitalario debido a
un traumatismo es bajo. La supervivencia a paros cardíacos pediátricos
extrahospitalarios debido a traumatismo cerrado es muy baja. Los factores que pueden mejorar el desenlace clínico de los paros cardíacos
extrahospitalarios
por traumatismos incluyen lesiones penetrantes tratables y un traslado rápido
(normalmente
≤
10
minutos)
a un centro de traumatología. Para obtener más detalles, consulte Sasser et al,
2009 (la referencia completa se encuentra en la Lista de lecturas recomendadas).
El paro cardíaco por traumatismo en los niños tiene varias causas posibles, que incluyen :
Hipoxia secundaria a paro respiratorio, obstrucción de la vía aérea o lesión traqueobronquial
Lesión en las estructuras vitales (por ejemplo, corazón, aorta, arterias pulmonares)
Lesión cerebral grave con colapso cardiovascular secundario
Lesión de médula espinal cervical superior con paro respiratorio, que puede cursar con shock medular, progresando a paro cardíaco
Gasto cardíaco disminuido o AESP por neumotórax a tensión, taponamiento cardíaco o hemorragia masiva .
Las técnicas de soporte vital básico y avanzado para la víctima de traumatismo pediátrico en paro cardíaco son básicamente las mismas que para el niño con paro cardíaco sin traumatismo: mantenimiento de la circulación, la aérea y buena ventilación.
La reanimación en un entorno extrahospitalario debe centrarse en :
Mantener una circulación, vía aérea y ventilación adecuadas
Anticipar la obstrucción de la vía aérea por fragmentos dentales, sangre u otros restos (utilice un dispositivo de aspiración si es necesario)
Minimizar el movimiento de la columna cervical (si está indicado)
Controlar la hemorragia externa con presión
Extraer al paciente con seguridad
Reducir las intervenciones que retrasen el traslado al centro de atención definitivo
Transportar a los lactantes y niños con politraumatismos a un centro de traumatología con expertos en pediatría
Establecer el acceso la/IV e indicar la reanimación con volumen, según sea necesario
A continuación, se ofrece un resumen de principios de manejo fundamentales para paro cardíaco por traumatismo en niños.
Paro cardíaco causado por ahogamiento
La RCP inmediata de calidad es el factor individual más importante que influye en la supervivencia a los ahogamientos. Las compresiones torácicas pueden ser difíciles de realizar cuando la víctima está todavía en el agua, pero se pueden iniciar las ventilaciones inmediatamente. Inicie las compresiones torácicas tan pronto como pueda realizarlas de forma segura y con el niño tumbado boca arriba sobre una superficie firme.
No es necesario modificar la secuencia del SVB/ BLS estándar para las víctimas de ahogamiento, pero debe considerarse la lesión de la columna cervical y la posibilidad de hipotermia como factores contribuyentes. Los reanimadores deben sacar a las víctimas de ahogamiento del agua con los medios disponibles que permitan mayor rapidez y deben comenzar la reanimación lo más rápido posible.
Si hay motivos para sospechar de una lesión en la columna cervical (por ejemplo, lesión al bucear), restrinja el movimiento vertebral. Evalúe la temperatura central e intente el recalentamiento si el niño tiene hipotermia grave (temperatura central < 30°C).
En el paro cardíaco asociado a la hipotermia, a menudo es difícil saber cuándo
finalizar los esfuerzos de reanimación. En víctimas de ahogamiento en aguas
heladas, la supervivencia es posible transcurridos unos tiempos de inmersión de
hasta 40 minutos y una duración prolongada de la RCP ( > 2 horas). Cuando el
ahogamiento se produce en agua helada, se recomienda recalentar el cuerpo hasta
una temperatura central de al menos 30°C antes de desistir de la RCP. El corazón
puede no responder a los esfuerzos de reanimación hasta que no se haya alcanzado
esta temperatura central.
La circulación extracorpórea es la técnica más rápida
y eficaz para recalentar a las víctimas de paro cardíaco con hipotermia grave
después de una inmersión en agua helada. Aunque se recaliente al paciente con
técnicas
pasivas o la irrigación en las cavidades corporales en contextos
extrahospitalarios u hospitalarios locales, es preferible el traslado rápido a
un centro con capacidad para realizar una OMEC pediátrica o derivación
cardiopulmonar.
Paro cardíaco causado por anafilaxia
La anafilaxia casi mortal produce una vasodilatación profunda que aumenta de
forma significativa la capacidad intravascular y produce una hipovolemia
relativa. La anafilaxia va a menudo acompañada de broncoconstricción, que afecta
a la oxigenación y reduce aún más el aporte de O2 a los tejidos. Si se produce
un paro cardíaco, la terapia principal es la RCP y la administración de un bolo
de líquidos y de adrenalina. Los niños con anafilaxia son a menudo niños
pequeños con un corazón y un sistema cardiovascular sanos. Pueden responder a la
corrección rápida de la vasodilatación y al volumen intravascular bajo. La RCP
eficaz puede mantener una administración de O2 suficiente hasta que desaparezcan
los efectos catastróficos de la reacción anafiláctica.
Si se produce un paro cardíaco como consecuencia de una anafilaxia, el manejo
puede incluir las siguientes terapias críticas :
Existen pocos datos sobre el valor de los antihistamínicos en el paro cardíaco
anafiláctico, pero es razonable presuponer que la administración de
antihistamínicos sería poco perjudicial. Los esteroides administrados durante el
paro cardíaco tienen poco efecto, pero podrían resultar útiles en el manejo de
la anafilaxia. Por lo tanto,
administre esteroides, por ejemplo, de 1 a 2 mg/kg de
metilprednisolona por
vía IV/lO lo antes posible en el período postparo cardíaco.
Paro cardíaco asociado a intoxicación
La intoxicación o sobredosis de fármacos puede causar un paro cardíaco como resultado de intoxicación cardíaca directa o efectos secundarios de depresión respiratoria, vasodilatación periférica, arritmias e hipotensión. El miocardio de una víctima de intoxicación está a menudo sano, pero puede haber una disfunción cardíaca temporal hasta que los efectos del fármaco o de la toxina se hayan invertido o metabolizado. Esto requerirá una cantidad de tiempo variable, a menudo varias horas, en función de la naturaleza de la toxina, fármaco o sustancia tóxica.
Debido a que la intoxicación puede ser temporal, los esfuerzos y el uso prolongados de técnicas de soporte avanzado, como el soporte vital cardíaco extracorpóreo (SVEC), pueden ofrecer buenos resultados de supervivencia a largo plazo.
Inicie las medidas de soporte vital
avanzado según el algoritmo de paro cardíaco pediátrico. El tratamiento del
soporte vital avanzado pediátrico para víctimas en las que se sospecha
intoxicación deben incluir la búsqueda y el tratamiento de las causas
reversibles. Se recomienda consultar rápidamente
con un centro de toxicología o con un toxicólogo.
Cardiopatía congénita: ventrículo único
La prevalencia de cardiopatía congénita cianótica compleja en los niños es baja. Sin embargo, el paciente con
ventrículo único (atresia
tricúspide/pulmonar, síndrome hemicárdico izquierdo hipoplástico y sus
variantes) representa a una gran proporción de niños que sufren paro cardíaco,
especialmente en el entorno intrahospitalario.
Cada vez son más los lactantes
y niños que sobreviven a procedimientos quirúrgicos paliativos; estos niños
pueden requerir la reanimación posoperatoria o durante el reingreso en el caso
de enfermedades graves.
La fisiología del ventrículo único es compleja y varía en función de la lesión concreta y de la fase de la reparación quirúrgica. Por lo
tanto, es importante recabar los antecedentes de los cuidadores para determinar
el estado hemodinámico y la saturación de O2 arterial iniciales.
Durante un paro cardíaco, los procedimientos de cuidados de reanimación estándar están indicados para todos los lactantes con ventrículo único anatómico después de la fase I de la paliación (Norwood) o para aquellos con corazón univentricular y derivación aortopulmonar para administrar flujo sanguíneo pulmonar.
Además de la reanimación estándar, otras medidas específicas son las siguientes :
Puede considerarse la administración de heparina para niños con derivación aortopulmonar o pulmonar ventricular derecha, si la permeabilidad de la derivación constituye un problema.
Tras la reanimación, dosifique el O2 administrado para lograr una saturación de O2 de aproximadamente el 80%.
El CO2 espiratorio final (PETCO2) puede no ser un indicador fiable de la calidad de la RCP en el paciente con ventrículo único, ya que el flujo sanguíneo pulmonar en estos pacientes no refleja siempre el' gasto cardíaco (influyen otros factores).
Considere las estrategias de hipoventilación permisiva o incluso la ventilación de presión negativa en el estado anterior al paro para mejorar el gasto cardíaco.
Puede considerarse el SVEC o la OMEC para pacientes con paro cardíaco que han recibido la fase I de paliación (Norwood) o procedimientos de tipo Fontan.
NOTA : ECLS |
Si está disponible, el ECLS (por ejemplo, OMEC) puede ser beneficioso para los lactantes y niños con condiciones agudas reversibles (por ejemplo, insuficiencia respiratoria o cardíaca debida a hipotermia o intoxicación por fáfmacos), especialmente en los niños con condiciones cardíacas primarias (por ejemplo, después de la cirugía cardíaca).
También se usa en el paro cardíaco hospitalario, siempre que se realice una RCP de calidad hasta que esté disponible la OMEC. El ECLS está disponible actualmente en un número limitado de centros pediátricos avanzados. Varios estudios han demostrado que pueden conseguirse buenos resultados cuando el soporte circulatorio extracorpóreo se establece después de 30 a 90 minutos de paro hospitalario refractario con RCP de alta calidad. Para obtener más detalles, consulte las referencias en "Extracorporeal Life Support (ECLS)/ Extracorporeal Cardiopulmonary Resuscitation (ECPR)" en la Lista de lecturas recomendadas. |
Hipertensión pulmonar
En casos de hipertensión pulmonar, el gasto cardíaco se
puede ver afectado por el aumento de la resistencia al flujo sanguíneo a través
de los pulmones. Deben seguirse las recomendaciones están dar de SVAP/PALS
durante un paro cardíaco.
Entre otras medidas se incluyen las siguientes :
Corrección de la hipercapnia, si está presente.
Puede resultar útil un bolo salino isotónico para mantener la precarga ventricular.
Si el paciente estaba recibiendo vasodilatadores pulmonares como óxido nítrico o prostaciclina inmediatamente antes del paro, asegúrese de que se mantiene la administración del fármaco.
Considere la administración de óxido nítrico o prostaciclina inhalados (o prostaciclina por vía IV) para reducir la resistencia vascular pulmonar.
El
SVEC (OMEC) puede ser útil si se realiza en una fase inicial de la reanimación.
Problemas sociales y éticos de la reanimación
Entre los problemas sociales y éticos durante la reanimación de un niño con paro cardíaco se incluyen :
Presencia de familiares durante la reanimación . Finalización de los esfuerzos de reanimación
Órdenes de "no reanimar" o de "permitir la muerte natural"
Presencia de familiares durante la reanimación
Los estudios han demostrado que la mayoría de los familiares desearían estar
presentes durante el intento de reanimación de un ser querido. Los padres o
familiares pueden ser reacios a preguntar si pueden estar presentes, pero los
profesionales de la salud deben ofrecerles la oportunidad siempre que sea
posible. Los familiares pueden experimentar menos ansiedad y depresión, así como
conductas de duelo más constructivas, si están presentes durante los esfuerzos
de reanimación.
La planificación de una reanimación con presencia de los familiares incluye lo
siguiente :
Si es posible, analice el plan con antelación con el equipo de reanimación.
Asigne un miembro del equipo para que permanezca con la familia o conteste a sus preguntas, aclare la información y ofrezca consuelo.
Ofrezca espacio suficiente para acomodar a todos los miembros de la familia que estén presentes.
Sea sensible con la presencia de los familiares durante el esfuerzo de reanimación; los miembros del equipo deben ser conscientes de la presencia de los familiares mientras se comunican unos con otros.
En un entorno extrahospitalario, los miembros de la familia suelen estar
presentes durante el intento de reanimación de un ser querido. Aunque los
profesionales extrahospitalarios se centrarán completamente en el esfuerzo de
reanimación, puede servir de consuelo para los miembros de la familia que se
ofrezcan explicaciones breves y que tengan la oportunidad de permanecer junto al
ser querido. Algunos sistemas del SEM ofrecen una visita de seguimiento a
los miembros de la familia después de un intento de reanimación fallido.
Finalización de los
esfuerzos de reanimación
No existen factores de predicción universalmente fiables sobre cuándo debe
detenerse el esfuerzo de reanimación después de un paro cardíaco pediátrico
(consulte la siguiente sección, "Factores de predicción de desenlaces clínicos
después del paro cardíaco"). Antiguamente, se consideraba improbable
la supervivencia de los niños que recibían una reanimación prolongada con
ausencia de RCE después de 2 dosis de adrenalina. Sin embargo, se ha documentado
supervivencia sin secuelas después de la reanimación intrahospitalaria
prolongada con > 2 dosis de adrenalina.
En la decisión sobre cuándo detener los esfuerzos de reanimación influyen la
causa del paro, los recursos
disponibles y el lugar donde se realiza el intento de reanimación, además de la
probabilidad de cualquier condición reversible o contribuyente. Los episodios
presenciados por alguna persona, la RCP realizada por un testigo presencial y un
intervalo de tiempo breve entre el colapso y la llegada del personal mejoran la
probabilidad de éxito de la reanimación.
Deben realizarse esfuerzos de reanimación prolongados para lactantes y niños con :
FV / TV refractaria o recurrente
Toxicidad por fármacos (dedicar tiempo para el manejo adecuado de la intoxicación o el cuidado del sistema cardiovascular hasta que desaparezcan los efectos del fármaco)
Lesión hipotérmica primaria (hasta que se hayan tomado las medidas de calentamiento apropiadas)
Órdenes de "No reanimar" ó de "permitir la muerte natural "
Alcance
Las órdenes de no reanimación o de permitir la muerte natural deben ser específicas en relación a qué intervenciones deben evitarse. Una orden de no reanimación / permitir la
muerte natural no excluye automáticamente las intervenciones como la
administración de líquidos parenterales, nutrición, O2, analgesia, sedación,
antiarrítmicos o vasopresores a menos que estos se hayan incluido en la orden.
Por ejemplo, algunos pacientes pueden elegir aceptar la desfibrilación y las
compresiones torácicas pero no la intubación ni la ventilación mecánica.
Aunque es adecuado ofrecer algunas intervenciones y no otras dependiendo de las
preferencias del paciente u otra persona autorizada y de las molestias y los
beneficios potenciales específicos de la intervención concreta, nunca es
adecuado redactar órdenes para realizar un "procedimiento de emergencia lento"
diseñado para ofrecer la ilusión de que se lleva a cabo un intento de RCP
eficaz.
Comunicación con todos los profesionales de la salud participantes
Las decisiones para limitar los esfuerzos de reanimación deben comunicarse con
claridad a todos los profesionales de la salud que participen en los cuidados
del paciente.
Las órdenes de no reanimación / permitir la muerte natural deben
revisarlas, antes de la cirugía, el anestesista, el cirujano presente, y el paciente o responsable para determinar su
aplicabilidad en el quirófano y en el período de recuperación postoperatorio
inmediato.
Factores de predicción de
desenlaces clínicos después del paro cardíaco
Factores que influyen en el
desenlace clínico
Los desenlaces de un paro cardíaco en niños pueden verse influenciados por :
El intervalo transcurrido desde el colapso hasta el inicio de la RCP
La calidad de la RCP ofrecida
La duración de los esfuerzos de reanimación
Las condiciones subyacentes
Otros factores
El inicio de una RCP rápida se asocia a una mejora de los desenlaces. Los
episodios presenciados por alguna persona, la RCP realizada por un testigo
presencial y un intervalo breve entre el colapso y la llegada del personal del
SEM son factores de pronóstico importantes que se asocian a desenlaces más
favorables del paro cardíaco en adultos. Parece razonable extrapolar estos factores a
los niños. Se observó
que un corto intervalo de tiempo entre el colapso y el inicio de la RCP era un
factor de pronóstico significativo en un estudio pediátrico. Para obtener más
detalles, consulte Kyriacou et al, 1994 (la referencia completa se encuentra en
la Lista de lecturas recomendadas al final de este apartado). En pacientes
extrahospitalarios que experimentan RCE antes de la llegada al servicio de
emergencias hospitalario, mejoran las posibilidades de supervivencia a largo
plazo.
En general, la probabilidad de un desenlace favorable decrece con la duración de
los esfuerzos de reanimación. Seis estudios pediátricos demostraron que la
reanimación prolongada se asocia a desenlaces desfavorables del paro cardíaco
pediátrico. Aunque la probabilidad de un desenlace favorable es mayor con una
RCP de corta duración, se han documentado reanimaciones de éxito ron esfuerzos
de reanimación más largos. Entre estas se incluyen reanimaciones en el entorno
hospitalario cuando el paro es presenciado por alguna persona y se inicia una
RCP rápida (y supuestamente de calidad).
Las condiciones subyacentes pueden tener una gran influencia en el desenlace. Algunos niños con AESP pueden tener causas reversibles de paro que responden al tratamiento. Los niños con un ritmo inicial de FV / TV sin pulso tienen por lo general una tasa de supervivencia mayor que los niños con asistolia. Esta mayor tasa de supervivencia puede no observarse en las victimas de ahogamiento con FV / TV sin pulso, lo que se ha asociado a un pronóstico extremadamente negativo. De igual forma, el resultado empeora cuando la FV / TV sin pulso se desarrolla como un ritmo secundario durante la reanimación del niño en los paros cardíacos hospitalarios.
Los niños con paro cardíaco
extrahospitalario causado por un traumatismo por contusión rara vez sobreviven.
Para obtener información completa, consulte la sección "indicadores de
pronóstico" en la Lista de lecturas recomendadas al final de este apartado.
Otros factores, sin embargo, pueden influir de forma positiva en los resultados a pesar de esfuerzos de reanimación prolongados.
Algunos ejemplos son :
Se obtuvieron resultados positivos de reanimación pediátrica hospitalaria en pacientes con cardiopatía aislada (normalmente después de intervención quirúrgica) al iniciarse la OMEC después de 30 a 90 minutos de RCP de alta calidad. Esto demuestra que 15 a 30 minutos de RCP (como se ha explicado anteriormente) no definen los límites de viabilidad cardíaca y cerebral.
Se han observado buenos resultados en un paro hospitalario presenciado por una persona después de 30 a 60 minutos de RCP rápida (y supuestamente de alta calidad).
A pesar de una reanimación prolongada, se han observado excelentes resultados en algunos niños con paro cardíaco por hipotermia ambiental o ahogamiento en agua helada.
Manejo posparo cardíaco
El manejo pos paro cardíaco comienza tan pronto como se produce el RCE. Consulte
al apartado 11: "Manejo posparo cardíaco" para obtener más información.