Palta 6
Mayo 2013
Apartado 6
Reconocimiento del shock
Descripción general
Cuando se produce un shock, es fundamental una ídentificación y una intervención
rápidas para mejorar el desenlace. Si no se trata, el shock puede progresar
rápidamente a insuficiencia cardiopulmonar seguida de paro cardíaco. Cuando un
lactante o niño desarrolla paro cardíaco, el resultado es malo.
En este apartado, se trata lo siguiente :
Fisiopatología del shock
Efecto de los distintos tipos de shock en la presión arterial
Presión arterial sistólica como método para catalogar la gravedad del shock (es decir, compensado ó hipotenso)
Etiología y signos de los cuatro tipos más comunes de shock
Enfoque sistemático para la evaluación del sistema cardiovascular
La
evaluación le ayudará a identificar el shock del niño en función del tipo y la
gravedad. Estos signos clínicos le guiarán para sus intervenciones, según lo
visto en el apartado 7: "Manejo del shock".
Objetivos de aprendizaje
Después de estudiar este apartado, podrá :
Explicar la fisiopatología del shock
Evaluar los signos clínicos de la mala perfusión
Diferenciar entre shock compensado y shock hipotenso
Describir los cuatro tipos de shock (hipovolémico, distributivo, cardiogénico y obstructivo), así como los signos y síntomas de cada uno.
Preparativos para el curso
Durante el curso de SVAP/PALS, tendrá que identificar los distintos tipos de
shock y la gravedad de cada uno. Su evaluación le servirá para determinar
intervenciones efectivas.
Definición de
shock
El shock es
un estado crítico que resulta de una administración inadecuada de O2 y
nutrientes para satisfacer el requerimiento metabólico tisular.
El shock puede caracterizarse por una perfusión periférica y de órganos vitales inadecuada.
La definición de shock no está asociada a la medición de la presión arterial; el shock puede producirse con una presión arterial sistólica normal, alta o baja. En los niños, la mayoría de las veces el shock se caracteriza por un gasto cardíaco bajo. Sin embargo, en algunos tipos de shock (p. ej.: causado por sepsis o anafilaxia), el gasto cardíaco podría ser alto.
Todos los tipos de shock pueden afectar a la función de los órganos vitales, como el cerebro (disminución del nivel de consciencia) y los riñones (mala diuresis, filtrado ineficaz).
El shock puede ocurrir por :
Un volumen sanguíneo o una capacidad de transporte de oxígeno inadecuados (shock hipovolémico, incluído shock hemorrágico)
Distribución inadecuada del volumen y el flujo sanguíneo (shock distributivo)
Mala contractilidad cardíaca (shock cardiogénico)
Flujo sanguíneo obstruído (shock obstructivo)
Las afecciones como fiebre, infecciones, lesiones, dificultad respiratoria y dolor pueden contribuir al shock aumentando la demanda tisular de O2 y nutrientes. Ya sea por un suministro inadecuado, un aumento de la demanda o una combinación de ambos, la administración de O2 y nutrientes a los tejidos es inadecuada comparada con las necesidades metabólicas.
Una
mala perfusión tisular puede provocar hipoxia
tisular, metabolismo anaerobio, acumulación de ácido láctico y CO2, daño celular
irreversible y, en última instancia, daños en los órganos. La muerte puede
sobrevenir rápidamente por colapso cardiovascular o más lentamente por
disfunción multiorgánica.
Identificar e intervenir
|
Cuanto antes reconozca el shock, establezca prioridades e inicie el tratamiento, más probabilidades tendrá de obtener un buen resultado en el niño. |
Concepto crítico
|
El objetivo del tratamiento del shock es mejorar la administración de O2. Esto evitará lesiones en órganos vitales y frenará la progresión hacia insuficiencia cardiopulmonar y paro cardíaco. |
Fisiopatología del
shock
La función principal del sistema cardiopulmonar es administrar O2 a los tejidos
del cuerpo y eliminar los derivados del metabolismo celular (principalmente
CO2). Cuando la administración de O2 no es adecuada para satisfacer la demanda
tisular, las células usan el metabolismo anaerobio para producir energía, pero
esto genera ácido láctico como derivado.
El
metabolismo anaerobio solo puede mantener una función celular limitada. A menos
que se restablezca la administración de O2, se producirá insuficiencia o
disfunción orgánicas.
Componentes de la administración de oxígeno a los
tejidos
Una administración adecuada de O2 a los tejidos (Figura 1) depende de :
Suficiente contenido de O2 en la sangre
Flujo sanguíneo adecuado a los tejidos (gasto cardíaco)
Distribución apropiada del flujo sanguíneo a los tejidos
Figura 1. Factores que influyen en la administración de O2,
El contenido de O2 de sangre depende principalmente de concentración de hemoglobina y del porcentaje de hemoglobina saturada con O2 (Sa02).
Un flujo sanguíneo adecuado a los tejidos depende del gasto cardíaco y de la resistencia vascular.
El gasto cardíaco (volumen de sangre que el corazón bombea por minuto) es igual al volumen sistólico (volumen de sangre bombeada con cada latido) multiplicado por la frecuencia cardíaca (número de latidos por minuto).
Gasto cardíaco = Volumen sistólico x Frecuencia cardíaca
Según esta fórmula, si disminuye la frecuencia cardíaca, el volumen sistólico debe aumentar para mantener el gasto cardíaco.
También muestra que el gasto cardíaco puede aumentar por una elevación de la frecuencia cardíaca, del volumen sistólico o de ambos.
No obstante, aumentar el gasto cardíaco elevando la
frecuencia cardíaca tiene una limitación. Si la frecuencia cardíaca es demasiado
rápida, como puede ocurrir con la ingestión de determinadas sustancias ó una taquiarritmia (por ej., taquicardia supraventricular), el volumen sistólico
disminuye porque no hay tiempo suficiente para llenar el corazón (es decir, la
fase diastólica es demasiado corta).
NOTA : Saturación de presión de oxígeno venoso central y gasto cardíaco |
En los niños sanos con requerimiento metabólico normal, la sangre arterial contiene más O2 del que necesitan los tejidos. Si la demanda aumenta y/o la administración de O2 disminuye, los tejidos extraen un mayor porcentaje del O2 administrado. Esto provoca una menor saturación de O2 en la sangre venosa que vuelve al corazón. Por tanto, se puede usar la saturación de O2 venoso central para evaluar el equilibrio entre la administración y la demanda de O2 . Si el requerimiento metabólico y el contenido de O2 se mantienen sin cambios, una disminución en la saturación de 02 venoso central indica un descenso del gasto cardíaco y, por tanto, un descenso del O2 administrado a los tejidos. Además, se produce una mayor extracción de O2 a consecuencia de la administración reducida. |
NOTA : Mecanismos compensatorios para la hipoxemia. |
Cuando una parte del cuerpo o un órgano no recibe un suministro adecuado de O2, se produce hipoxia tisular. La hipoxia tisular no necesariamente se produce si el único desencadenante es una baja saturación de O2 en sangre (hipoxemia). La oxigenación tisular y la administración de O2 están determinadas por el volumen de sangre bombeada por minuto (gasto cardíaco) y contenido de O2 arterial (determinado principalmente por la concentración de hemoglobina y su saturación con O2) .
La administración de O2 puede ser normal a pesar
de la hipoxemia si el gasto cardíaco aumenta en proporción a la
disminución del contenido de O.
Si la hipoxemia es crónica (por ej., cardiopatía cianótica no
curada), la concentración de hemoglobina aumenta (policitemia). La
concentración elevada de hemoglobina aumentará la-capacidad de
transporte de O2 de la sangre y ayudará a mantener el contenido de
O2 arterial en niveles casi normales, a pesar de que la saturación
de hemoglobina sea baja. |
Los lactantes tienen un volumen sistólico muy reducido que no puede aumentar
mucho. Por tanto, los lactantes dependen de una frecuencia cardíaca adecuada
para mantener o aumentar el gasto cardíaco. Al crecer, los niños desarrollan la
capacidad de aumentar el volumen sistólico, con lo que el gasto cardíaco se hace
menos dependiente de la frecuencia cardíaca.
La distribución apropiada del flujo sanguíneo va en función del tamaño de los
vasos sanguíneos que suministran a un órgano específico. Esta propiedad se
conoce como resistencia vascular. Si
el vaso sanguíneo es grande, la resistencia vascular es baja. Si el vaso es
pequeño, la resistencia vascular es alta. Los tejidos ajustan la resistencia
vascular para regular localmente el flujo sanguíneo y cumplir los requerimientos
metabólicos.
Si la resistencia aumenta (vasoconstricción) o disminuye (vasodilatación) de
forma anormal, la distribución del flujo sanguíneo puede verse afectada, incluso
si el gasto cardíaco es adecuado.
Volumen sistólico
El volumen sistólico
es la cantidad de sangre expulsada
por el corazón con cada latido. El volumen
sistólico depende de 3 factores :
Factor |
Definición clínica |
Precarga |
Volumen de sangre presente en el ventrículo antes de la contracción |
Contractilidad |
Intensidad de la contracción |
Poscarga |
Resistencia a la que el ventrículo eyecta. |
Una precarga inadecuada
es la causa más común de bajo volumen sistólico y, por tanto, de bajo gasto
cardíaco. Una serie de trastornos (p. ej.: hemorragia, deshidratación grave o
vasodilatación) puede causar una precarga inadecuada. La precarga inadecuada
ocasiona el shock hipovolémico.
La mala contractilidad (también denominada disfunción miocárdica) afecta al volumen sistólico y al gasto cardíaco. Puede producir un shock cardiogénico.
Una mala contractilidad puede deberse a un problema intrínseco de la función de
bombeo ó una anomalía adquirida, como un
músculo cardíaco inflamado (es decir, miocarditis). La mala contractilidad
también puede obedecer a problemas metabólicos, como hipoglucemia o ingestión de
tóxicos (ej, bloqueadores de canales de calcio).
Un aumento de la
poscarga es
una causa primaria inusual de bajo volumen sistólico y gasto cardíaco
insuficiente en niños. Algunos trastornos, como una hipertensión pulmonar grave
o anomalías congénitas de la aorta, pueden aumentar la poscarga tanto como para
dar lugar a un shock
cardiogénico.
NOTA : Precarga |
La precarga suele estimarse por la presión venosa central, pero la relación entre la presión venosa central y el volumen de sangre en los ventrículos es compleja. La precarga a los ventrículos es el volumen de sangre en ventrículos antes de una contracción (volumen telediastólico). En general, para el ventrículo derecho, se corresponde con la presión venosa central, medida en la vena cava superior o la aurícula derecha. En la mayoría de los casos, un aumento en la presión venosa central es reflejo de un aumento en el volumen telediastólico y la precarga del ventrículo derecho. Sin embargo, si hay un aumento en la presión alrededor de la aurícula derecha por un neumotórax a tensión o taponamiento cardíaco, el volumen telediastólico puede disminuir a pesar del incremento de la presión venosa central. Esto se debe a que el retorno venoso al corazón está obstruido. Si hay hipertensión pulmonar o cardiopatía congénita, la precarga del ventrículo derecho puede diferir de la precarga del ventrículo izquierdo. La precarga no es la misma que el volumen sanguíneo total. En estado estable, la mayoría de la sangre (alrededor del 70%) está en las venas. Si las venas están dilatadas, el volumen sanguíneo total puede ser normal o estar aumentado, pero al corazón podría volver una cantidad inadecuada de sangre. Esto forma parte del problema con la sepsis: hay vasodilatación insuficiente y mala distribución del flujo y volumen sanguíneos, por lo que precarga del corazón puede ser inadecuada. |
NOTA : Efectos negativos de postcarga alta en shock cardiogénico |
La poscarga alta en niños con una mala función miocárdica puede afectar aún más al volumen sistólico y al gasto cardíaco. Cuando el gasto cardíaco se reduce, el cuerpo responde con la vasoconstricción en un intento por mantener la presión arterial y el flujo sanguíneo a los órganos vitales. Paradójicamente, la vasoconstricción aumenta la obstaculización de la eyección ventricular y reduce aún más el volumen sistólico y el gasto cardíaco. Un componente esencial del tratamiento avanzado del shock cardiogénico es la reducción de la poscarga. |
Mecanismos compensatorios
Conforme se produce el shock, los mecanismos
compensatorios intentan mantener la administración de O2 a los órganos vitales.
Entre ellos se incluyen :
Taquicardia
Aumento de la resistencia vascular sistémica (RVS) (vasoconstricción)
Aumento de la intensidad de la contracción cardíaca (contractilidad)
Aumento del tono del músculo liso venoso
Lo primero que hace el cuerpo para mantener el gasto cardíaco es aumentar la frecuencia cardíaca (taquicardia). La taquicardia puede aumentar el gasto cardíaco hasta un cierto límite. Cuanto más rápida es la frecuencia cardíaca, menos tiempo hay para el llenado ventricular, hasta que llega un momento en que el tiempo de llenado ventricular es tan breve que el volumen sistólico y el gasto cardíaco disminuyen. Una disminución del gasto cardíaco producirá una disminución de la administración de O2 a los tejidos.
Cuando la administración de O2 a los tejidos se ve afectada, el flujo sanguíneo se redirecciona ó desvía desde órganos y tejidos no vitales (por ej., piel, músculos esqueléticos, intestino, riñones) a los órganos vitales (por ej., cerebro, corazón). Esta redirección se lleva a cabo con un aumento selectivo de la RVS (vasoconstricción). El resultado clínico es una reducción de la perfusión periférica (es decir, llenado capilar lento, extremidades frías, pulsos periféricos más difíciles de palpar) y de la perfusión del intestino y los riñones (disminución del volumen de orina).
Otro mecanismo compensatorio para mantener el volumen sistólico y el gasto
cardíaco es
aumentar
la intensidad de las contracciones
cardíacas
(contractilidad) con
un vaciado más completo de los ventrículos.
El volumen sistólico también puede
mantenerse con un aumento del tono del
músculo liso venoso, lo que aumenta el
retorno venoso al corazón y la precarga.
Efecto en la presión arterial
La
presión arterial es el producto del gasto cardíaco y la RVS. Conforme
disminuye el gasto cardíaco, la presión arterial se mantiene siempre que la RVS
aumente. En los niños con shock, este mecanismo compensatorio puede ser tan
efectivo que se logra mantener normal inicialmente ó incluso elevar ligeramente
la presión arterial sistólica.
Puesto que un aumento de la RVS aumenta la presión diastólica, suele haber un acortamiento de la presión diferencial (diferencia entre la presión arterial y la presión diastólica).
En cambio, si la RVS es baja (como en sepsis), la presión arterial diastólica disminuye y la presión diferencial aumenta.
Si el gasto cardíaco no es adecuado, la perfusión tisular se ve afectada,
incluso si la presión arterial es normal. Se observarán signos de perfusión
tisular insuficiente, incluída acidosis láctica y disfunción de órganos vitales,
aunque la presión arterial sea normal.
Cuando la RVS no puede aumentar más, la presión arterial empieza a caer. En este
punto, la administración de O2 a los órganos vitales se ve gravemente afectada.
Los signos clínicos son acidosis metabólica y evidencia de disfunción de órganos
vitales (ej.: empeoramiento del estado mental y disminución de la diuresis).
En última instancia, la administración de O2 al miocardio deja de ser adecuada,
lo que ocasiona disfunción miocárdica, un descenso en el volumen sistólico e
hipotensión. Esto puede producir rápidamente el colapso cardiovascular, paro
cardíaco y lesiones irreversibles en los órganos vitales.
Identificación del shock por gravedad (efecto en la presión arterial)
La gravedad del shock suele caracterizarse por sus
efectos en la presión arterial sistólica. El shock se describe como compensado si
los mecanismos compensatorios pueden mantener una presión arterial sistólica
dentro
del intervalo normal (es decir, al menos la presión arterial sistólica para el
quinto percentil de edad). Cuando los mecanismos compensatorios fallan y la
presión arterial sistólica disminuye, el
shock se clasifica como hipotenso (anteriormente
designado como descompensado).
Puede identificar fácilmente un shock hipotenso midiendo la presión arterial; el
shock compensado, es más difícil
de diagnosticar. El shock puede ser de leve a grave. Sus manifestaciones
dependen del tipo de shock y de las respuestas compensatorias del niño. La
presión arterial permite determinar la gravedad del shock; sin embargo, los
niños con shock hipotenso y compensado están en alto riesgo de deterioro.
En un niño con gasto cardíaco bajo (es decir, shock hipovolémico) pero con presión arterial normal debido a vasoconstricción hay más riesgo de que los órganos vitales resulten afectados que en un niño con gasto cardíaco normal ó aumentado (es decir, shock séptico) y presión arterial sistólica baja.
Dado que la presión arterial es un método para catalogar la gravedad del shock,
es importante entender que los dispositivos de presión arterial automáticos son
precisos solo cuando hay una perfusión distal adecuada. Si no puede palpar
pulsos distales y las extremidades están frías y con mala perfusión, las
lecturas automáticas de la presión arterial quizá no sean fiables. Trate al niño
según su evaluación clínica completa. Si no es posible medir la presión
arterial, use la evaluación clínica de la perfusión tisular para proponer un tratamiento.
Concepto crítico
|
Tenga en cuenta que el término shock compensado se refiere a niños con signos de mala perfusión pero una presión arterial sistólica normal (es decir, con compensación de presión arterial). La presión arterial sistólica se usa por convención y consenso para determinar la presencia o ausencia de hipotensión con shock. Los lactantes y niños con shock compensado pueden presentar una enfermedad grave a pesar de tener una presión arterial sistólica adecuada. |
Shock compensado
Si la presión arterial sistólica está dentro del rango normal pero hay signos
de perfusión tisular inadecuada, el niño está en shock compensado. En
esta fase del shock, el cuerpo puede mantener la presión arterial a pesar de que
la administración de O2 y nutrientes a los órganos vitales esté afectada. Cuando
la administración de O2 está limitada, los mecanismos compensatorios intentan
mantener un flujo sanguíneo normal al cerebro y el corazón. Estos mecanismos
compensatorios son indicativos de la presencia del shock y pueden variar según el tipo
de shock.
En la Tabla 1 se enumeran los mecanismos compensatorios del shock y
los signos cardiovasculares asociados a estos mecanismos.
Tabla 1. Signos
comunes de shock resultado de los mecanismos compensatorios cardiovasculares
Mecanismo compensatorio. |
Área |
Signo |
Mayor frecuencia cardíaca |
Corazón |
Taquicardia |
RVS aumentada |
Piel |
Fría, pálida, marmórea, sudorosa |
Circulación periférica |
Llenado capilar prolongado |
|
Pulsos |
Pulsos periféricos débiles; acortamiento de la presión diferencial (aumento de la presión arterial diastólica) |
|
Aumento de la resistencia vascular esplácnica y renal (redistribución del flujo sanguíneo fuera de estas zonas) |
Riñón |
Oliguria (descenso de la diuresis) |
Intestinos |
Vómitos, íleo |
Los signos específicos de cada tipo de shock se tratan en "Identificación del
shock por tipo", más adelante en este apartado.
Shock hipotenso
La hipotensión se desarrolla cuando los intentos fisiológicos para mantener la
presión arterial sistólica y la perfusión ya no surten efecto. Un signo clínico
clave del deterioro es
un cambio en el nivel de consciencia por la reducción de la perfusión cerebral.
La hipotensión es un signo que se manifiesta en la última fase de la mayoría de tipos de shock y puede indicar un paro cardíaco inminente.
En el shock séptico,
puede aparecer hipotensión con rapidez porque los mediadores de la sepsis
producen vasodilatación y reducen la RVS. En este caso, el niño puede presentar
inicialmente extremidades calientes, llenado capilar rápido y pulsos periféricos
completos a pesar de la hipotensión.
Fórmula de la hipotensión
En niños de 1 a 10 años, hay hipotensión si la lectura de la presión arterial
sistólica es inferior a :
70 mm Hg + [edad del niño en años x 2] mm Hg
Para obtener más información, consulte la Tabla 4, Definición de hipotensión por
edad y presión arterial sistólica, en el apartado 2.
Proceso fisiológico
Preste atención a la progresión de los signos clínicos que
puedan ser indicativos de un empeoramiento del estado del niño. Estos signos se
desarrollarán en un proceso continuo que abarca el shock compensado, el shock
hipotenso y, finalmente, el paro cardíaco.
La disminución de los pulsos periféricos y la prolongación del tiempo llenado capilar se producen en las primeras fases de la progresión del shock.
La taquicardia y la taquipnea progresivas son indicadores del agravamiento.
Los signos de alerta que se producen en las últimas fases incluyen pérdida de los pulsos periféricos y menor nivel de consciencia.
La bradicardia y los pulsos centrales débiles en un niño con signos de shock alertan de un paro cardíaco inminente.
Proceso de aceleración
La progresión del shock es impredecible. Si bien pueden
transcurrir horas hasta que el shock compensado progrese a shock hipotenso, el
shock hipotenso puede progresar a insuficiencia cardiopulmonar y paro cardíaco
en cuestión de minutos. Esta progresión es normalmente un proceso de
aceleración.
Concepto crítico
|
La RVS puede aumentar ó disminuir en el shock séptico. Cuando disminuye la RVS, la hipotensión es un signo inicial, en lugar de final, del shock. |
Concepto crítico
|
El reconocimiento temprano y la intervención rápida son decisivos para detener la progresión de shock compensado a shock hipotenso y, finalmente, a insuficiencia cardiopulmonar y paro cardíaco. |
Estas y otras manifestaciones clínicas se tratan con mayor detalle más adelante
en este apartado.
Identificación del shock por tipo
El shock se puede clasificar en 4 tipos básicos (consulte la Figura 2 casi al final de este apartado) :
Hipovolémico
Distributivo
Cardiogénico
Obstructivo
1.- Shock hipovolémico
La hipovolemia es la causa más común de shock en niños. La pérdida de líquido
debida a la diarrea desencadena el shock hipovolémico y es una causa importante
de mortalidad entre lactantes en todo el mundo.
La pérdida de volumen que puede iniciar el shock hipovolémico puede deberse a :
Diarrea
Vómitos
Hemorragia (interna y externa)
Ingestión inadecuada de líquidos
Diuresis osmótica (por ej., DKA)
Pérdidas al tercer espacio (salida de líquido hacia los tejidos)
Quemaduras extensas
El shock hipovolémico es el resultado de una deficiencia absoluta del volumen sanguíneo intravascular, pero de hecho, suele representar una reducción tanto del volumen de líquido extravascular como intravascular. Por tanto, una reanimación con líquidos adecuada requiere con frecuencia la administración de bolos de líquidos que superen el volumen del déficit intravascular estimado.
La taquipnea, una compensación respiratoria para mantener el balance
acidobásico, suele presentarse en el shock hipovolémico. La alcalosis
respiratoria que resulta de la hiperventilación compensa parcialmente la
acidosis metabólica (acidosis láctica) que acompaña al shock.
Fisiología del shock hipovolémico
El shock hipovolémico se caracteriza por un descenso de la precarga que origina
un menor volumen sistólico y un gasto cardíaco bajo. La taquicardia, el aumento
de la RVS y de
la contractilidad cardíaca son los principales mecanismos compensatorios.
Shock hipovolémico |
||
Precarga |
Contractilidad |
Postcarga |
Reducida |
Normal ó aumentada |
Aumentada |
Signos de shock hipovolémico
La Tabla 2 presenta los signos típicos del shock
hipovolémico observados durante la impresión inicial y la evaluación primaria.
Aunque el shock séptico, anafiláctico, neurogénico y otras formas de shock
distributivo no están clasificadas como hipovolémico, se caracterizan por una
hipovolemia relativa. Esta
hipovolemia relativa obedece a una vasodilatación venosa y arterial, un aumento
de la permeabilidad de los capilares y una pérdida de plasma en el intersticio
(escape en el "tercer espacio" o en los capilares).
Tabla 2. Resultados indicativos de un shock hipovolémico
Evaluación primaria |
Resultado |
A |
Por lo general, permeable a menos que el nivel de consciencia esté considerablemente afectado |
B |
Taquipnea sin aumento del esfuerzo (hiperpnea) |
C |
Taquicardia |
Presión arterial sistólica adecuada, acortamiento de la presión diferencial o hipotensión sistólica con un acortamiento de la presión diferencial |
|
Pulsos periféricos débiles o no palpables |
|
Pulsos centrales débiles o normales |
|
Llenado capilar prolongado |
|
Piel sudorosa, marmórea, pálida, fría |
|
Extremidades distales pálidas / oscuras |
|
Cambios en el nivel de consciencia |
|
Oliguria |
|
D |
Cambios en el nivel de consciencia |
E |
Extremidades frecuentemente con una temperatura inferior a la del tronco |
2.- Shock distributivo
El shock distributivo se caracteriza por una distribución incorrecta del
volumen sanguíneo con perfusión inadecuada de los órganos y tejidos
(especialmente el lecho vascular esplácnico).
Las formas más comunes de shock distributivo son :
Shock séptico
Shock anafiláctico
Shock neurogénico (p. ej.: traumatismo craneoencefálico, lesión medular)
Shock séptico :
shock
distributivo causado por sepsis
. Se caracteriza por
aumento
ó disminución de la RVS que da lugar a una mala distribución del flujo sanguíneo. La vasodilatación y la
venodilatación producen
la acumulación de la sangre en el sistema venoso y una hipovolemia relativa. El
shock séptico también ocasiona una mayor permeabilidad capilar, por lo que hay pérdida de plasma desde lecho vascular. Esto
agrava la hipovolemia. La
contractilidad miocárdica puede disminuir también en el shock séptico.
Shock anafiláctico :
el gasto cardíaco se reduce
como consecuencia de la venodilatación, la vasodilatación arterial,
el aumento de la permeabilidad capilar y la vasoconstricción pulmonar. El bajo gasto
cardíaco se debe a la hipovolemia relativa y al aumento de la poscarga ventricular derecha.
Shock
neurogénico
:
se caracteriza por una pérdida generalizada de tono vascular, a menudo
resultado de una lesión de la columna cervical alta. La pérdida de tono
vascular produce
vasodilatación e hipotensión graves. Normalmente, el sistema nervioso
simpático aumenta la frecuencia cardíaca en respuesta a la hipotensión. Los niños
con
shock neurogénico pueden no ser capaces de
aumentar
la frecuencia cardíaca en respuesta a la
hipotensión. El resultado es que el gasto cardíaco y el flujo
cardíaco
hacia los tejidos disminuyen notablemente.
Fisiopatología del
shock distributivo
En el
shock distributivo, el gasto cardíaco puede ser mayor, normal ó menor. Si bien puede haber disfunción miocárdica,
el volumen
sistólico puede ser adecuado, especialmente si se realiza una reanimación con
volumen intensiva.
La taquicardia y un aumento del volumen telediastólico ventricular ayudan a mantener
el gasto
cardíaco. La perfusión tisular se ve afectada por la mala distribución del flujo sanguíneo.
La perfusión de algunos lechos tisulares (por ej., circulación esplácnica) puede
ser insuficiente. En otros tejidos (por ej., algunos músculos esqueléticos y la
piel), la perfusión puede superar las necesidades metabólicas. Los tejidos hipóxicos
generan ácido láctico, provocando la acidosis metabólica.
En las primeras fases del shock distributivo, el niño puede presentar un descenso en la RVS y un aumento del flujo sanguíneo a la piel. Esto provoca que las extremidades se calienten y que los pulsos periféricos sean muy palpables ("shock caliente").
El alto gasto cardíaco y la baja RVS que a menudo se observan en el shock
distributivo difieren del bajo gasto cardíaco y la alta RVS que se observan en
el shock hipovolémico, cardiogénico y obstructivo.
Conforme el shock distributivo progresa, la hipovolemia
ó la disfunción
miocárdica concomitantes producen un descenso en el gasto cardíaco. La RVS puede aumentar entonces y producir un flujo sanguíneo inadecuado a la piel, extremidades frías y pulsos
débiles ("shock frío"). Por tanto, la última fase del shock distributivo puede
ser similar al cuadro clínico del shock cardiogénico e hipovolémico.
Shock distributivo |
||
Precarga |
Contractilidad |
Postcarga |
Normal ó disminuída |
Normal ó disminuída |
Variable |
El shock distributivo suele caracterizarse por muchos cambios en la función
cardiovascular, incluidos :
Baja RVS, que ocasiona el aumento de la presión diferencial característico del shock distributivo y que contribuye a una rápida aparición de la hipotensión. En las últimas fases, la RVS puede aumentar.
Mayor flujo sanguíneo a algunos lechos tisulares periféricos.
Perfusión inadecuada del lecho vascular esplácnico (intestino y riñones).
Liberación de mediadores inflamatorios y de otro tipo, así como sustancias vasoactivas.
Reducción del volumen causada por el escape capilar
Acumulación de ácido láctico en lechos tisulares con mala perfusión
Concepto crítico :
|
Aunque la mayoría de los tipos de shock distributivo no suelen clasificarse como shock hipovolémico, todos se caracterizan por una hipovolemia relativa a menos que se realice una reanimación con líquidos adecuada. |
Signos de shock distributivo
La Tabla 3 presenta los signos típicos del shock distributivo
observados durante la impresión inicial y la evaluación primaria. El texto
en negrita indica
signos específicos por tipo que distinguen el shock distributivo de otras formas
de shock.
Tabla 3. Resultados
indicativos de un shock distributivo
Evaluación primaria |
Resultado |
A |
Vía aérea por lo general permeable a menos que el nivel de consciencia esté considerablemente afectado |
B |
Taquipnea, normalmente sin aumento del esfuerzo respiratorio ("hiperpnea") a menos que el niño tenga neumonía o esté desarrollando SDRA ó edema pulmonar cardiogénico. |
C |
Taquicardia |
Pulsos periféricos muy palpables |
|
Llenado capilar breve o prolongado |
|
Piel caliente, rubefacción (shock caliente) ó |
|
Piel pálida, marmórea, con vasoconstricción (shock frío) |
|
Hipotensión con aumento de la presión diferencial (shock caliente) ó |
|
Hipotensión con acortamiento de la presión diferencial (shock frío) ó |
|
Normotensión |
|
Cambios en el nivel de consciencia |
|
Oliguria |
|
D |
Cambios en el nivel de consciencia |
E |
Fiebre o hipotermia |
Extremidades calientes o frías |
|
Petequias o erupción morada (shock séptico) |
Shock séptico
El shock séptico es la forma más común de shock distributivo. Está causado por
organismos infecciosos o sus derivados (p. ej.: endotoxina) que estimulan el
sistema inmunitario y desencadenan la liberación o activación de mediadores
inflamatorios.
NOTA :
Saturación de presión de O2 venoso central en el shock séptico |
A diferencia del shock hipovolémico y cardiogénico, la saturación de O2 venoso central puede ser normal o elevada en el shock séptico. Hay dos mecanismos para explicar esta observación :
Las toxinas y los mediadores inflamatorios que circulan con la sepsis pueden impedir el metabolismo aerobio incluso si hay administración de O2 adecuada. Como resultado, puede presentarse acidosis láctica y disfunción de órganos vitales aun cuando la saturación de O2 venoso central sea normal o haya aumentado. |
Fisiopatología del
shock séptico
La progresión a shock séptico en niños suele iniciarse con la continuación de la
respuesta inflamatoria sistémica producida en las primeras fases y que
finalmente se manifiesta con el shock séptico ya desarrollado en las últimas
fases. Este proceso puede durar varios días o solo unas horas. La presentación
clínica y la progresión pueden variar considerablemente.
Shock séptico |
||
Precarga |
Contractilidad |
Postcarga |
Reducida |
Normal a reducida |
Variable |
Para obtener más información acerca de la definición y las características de la
sepsis pediátrica, consulte la lista de lecturas recomendadas al final de este
apartado.
Signos de shock séptico
En las primeras fases, los signos del shock séptico son
con frecuencia leves y pueden ser difíciles de reconocer porque la perfusión
periférica podría parecer buena. Puesto que el shock séptico se desencadena por
una infección o sus derivados, el niño puede tener fiebre o hipotermia, y el
recuento de leucocitos puede estar disminuido, normal o aumentado.
Además de los signos de la Tabla 3, el niño con shock séptico puede presentar
otras anomalías identificadas con pruebas diagnósticas. Algunos ejemplos son:
acidosis metabólica, alcalosis respiratoria, leucocitosis (alto recuento de
leucocitos), leucocitopenia (bajo recuento de leucocitos) o desviación hacia la
izquierda (aumento de cayados o leucocitos inmaduros).
NOTA :
Respuesta inflamatoria en cascada hasta la sepsis |
La fisiopatología de la cascada séptica incluye lo siguiente, a menudo designado como respuesta inflamatoria sistémica :
|
NOTA :
Dificultad de tratamiento del shock séptico |
En el shock séptico, la combinación de perfusión inadecuada y una posible trombosis microvascular ocasiona la isquemia, que es difusa e irregular. Esta irregularidad provoca hipoxia e isquemia de distinto grado en los órganos individuales, a nivel interno y entre ellos. La variabilidad de la perfusión en el cuerpo es lo que dificulta el tratamiento de la sepsis. |
NOTA :
Insuficiencia adrenal en el shock séptico |
En el shock séptico, las glándulas suprarrenales están muy expuestas a sufrir trombosis microvascular y hemorragia. Ya que las glándulas suprarrenales producen cortisol, una hormona importante en la respuesta al esfuerzo del cuerpo, los niños con sepsis pueden desarrollar insuficiencia adrenal absoluta o relativa. La insuficiencia adrenal contribuye a la baja RVS y a la disfunción miocárdica en el shock séptico. |
Identificar e intervenir
|
El reconocimiento y el tratamiento rápidos del shock séptico son decisivos para el desenlace. Debe evaluar la mala perfusión y los signos clínicos de funcionamiento de órganos vitales para identificar la sepsis antes de que se desarrolle el shock hipotenso. Si sospecha que puede haber sepsis, sobre todo si se produce el shock, realice una reanimación con volumen intensiva y apoyo hemodinámico (consulte el apartado 7: "Manejo del shock" para obtener información más detallada). Busque y trate la causa subyacente. |
Shock anafiláctico
El shock anafiláctico es una respuesta alérgica multisistémica aguda
causada por una reacción grave a un fármaco, vacuna, alimento, toxina, planta,
veneno u otro antígeno. La reacción se caracteriza por venodilatación,
vasodilatación arterial, aumento de la permeabilidad capilar y vasoconstricción
pulmonar. Puede darse segundos o minutos más tarde de que el niño sensibilizado
quede expuesto al alérgeno.
Shock anafiláctico |
||
Precarga |
Contractilidad |
Postcarga |
Reducida |
Variable |
Ventrículo izquierdo: disminuida
Ventrículo derecho: aumentada |
Fisiología del
shock anafiláctico
La vasoconstricción pulmonar aumenta
considerablemente la poscarga del ventrículo derecho. Puede reducir el flujo
sanguíneo pulmonar, el retorno venoso pulmonar y Ja precarga del ventrículo
izquierdo, con la consiguiente disminución del gasto cardíaco. La muerte puede
sobrevenir de inmediato o el niño puede desarrollar síntomas agudos, que suelen
empezar a los 5-10.minutos de la exposición.
Signos de shock anafiláctico
Los signos y síntomas pueden incluir :
Ansiedad o agitación
Náuseas y vómitos
Urticaria
Angioedema (tumefacción del rostro, los labios y la lengua)
Dificultad respiratoria con estridor o sibilancias
Hipotensión
Taquicardia
El angioedema puede causar una obstrucción total o parcial de la vía aérea superior. La hipotensión produce vasodilatación, hipovolemia y gasto cardíaco disminuido. La hipovolemia relativa es causada por la vasodilatación y la pérdida de volumen absoluto se debe al escape capilar.
Shock neurogénico
El shock neurogénico,
también conocido como shock medular, es resultado de una lesión cervical
(cuello) o del tórax superior (por encima de la T6) que interrumpe la inervación
del sistema nervioso simpático a los vasos sanguíneos y el corazón.
Fisiología del shock neurogénico
La pérdida repentina de señales del sistema nervioso
simpático al músculo liso de las paredes de los vasos ocasiona una
vasodilatación incontrolada. La misma alteración también evita el desarrollo de
la taquicardia como mecanismo compensatorio.
Shock neurogénico |
||
Precarga |
Contractilidad |
Postcarga |
Reducida |
Normal |
Reducida |
Signos de shock neurogénico
Los signos primarios de shock neurogénico son :
Hipotensión con aumento de la presión diferencial
Frecuencia cardíaca normal o bradicardia
Otros signos pueden incluir aumento de la frecuencia respiratoria, respiración
diafragmática (uso de músculos del diafragma en lugar de la pared torácica) y
evidencia de lesión de la columna cervical o tórax superior (es decir,
trastornos sensores o motores).
El shock neurogénico se debe diferenciar del shock hipovolémico. El shock
hipovolémico suele asociarse a la hipotensión, un acortamiento de la presión
diferencial por la vasoconstricción compensatoria y
taquicardia compensatoria. En el shock neurogénico, estos
mecanismos compensatorios no pueden producirse porque la inervación simpática al
corazón y los vasos sanguíneos está interrumpida.
Shock cardiogénico
El shock cardiogénico es resultado de una perfusión tisular inadecuada asociada
a la disfunción miocárdica.
Las causas comunes de shock cardiogénico incluyen :
Cardiopatía congénita
Miocarditis (inflamación del músculo cardíaco)
Miocardiopatía (anomalía heredada o adquirida de la función de bombeo)
Arritmias
Sepsis
Intoxicación o toxicidad por fármacos
Lesión miocárdica (p. ej.: traumatismo)
Fisiología del cardiogénico
El shock cardiogénico se caracteriza por una taquicardia acusada, alta RVS y
gasto cardíaco disminuido. Con el aumento del volumen telediastólico de los
ventrículos derecho e izquierdo aumenta, aparece la congestión en el sistema
venoso sistémico y pulmonar. La congestión venosa pulmonar produce edema
pulmonar y un aumento del esfuerzo respiratorio. Por lo general, el volumen
intravascular se mantiene normal o aumentado a menos que una enfermedad
concurrente cause hipovolemia (p. ej.: un niño con miocarditis vírica con fiebre
y vómitos recientes).
Shock cardiogénico |
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Precarga |
Contractilidad |
Postcarga |
Variable |
Reducida | Aumentada |
El shock cardiogénico se suele caracterizar por mecanismos patológicos y compensatorios que se suceden en secuencia, entre otros :
Aumento de la frecuencia cardíaca y la poscarga del ventrículo izquierdo, con el consiguiente aumento de trabajo para el ventrículo y mayor consumo miocárdico de O2
Aumento compensatorio de la RVS para redirigir la sangre desde los tejidos esplácnicos y periféricos al corazón y el cerebro
Disminución del volumen sistólico debido a la menor contractilidad miocárdica y mayor poscarga
Aumento del tono venoso, que aumenta las presiones venosa central (auricular derecha) y capilar pulmonar (auricular izquierda)
Disminución del flujo sanguíneo renal que ocasiona la retención de líquidos
Edema pulmonar debido a insuficiencia miocárdica y presiones telediastólica ventricular izquierda, auricular izquierda y venosa pulmonar altas, así como tono venoso aumentado y mayor retención de líquidos.ç
Los mismos mecanismos compensatorios que mantienen la perfusión al cerebro y
corazón en el shock hipovolémico son a menudo perjudiciales durante el shock
cardiogénico. Por ejemplo, la vasoconstricción periférica compensatoria puede
mantener la presión arterial en el shock hipovolémico. Sin embargo, al aumentar
la poscarga del ventrículo izquierdo (aumento de la resistencia a la eyección
del ventrículo izquierdo), la vasoconstricción compensatoria tiene efectos
perjudiciales en el shock cardiogénico. Puesto que el músculo cardíaco también
necesita O2, la administración de O2 miocárdico en la mayoría de los niños con
shock grave o persistente podría ser inadecuada en relación con la demanda. Por
tanto, el shock grave o persistente de cualquier tipo afecta en última instancia
a la función miocárdica (es decir, estos niños desarrollan shock cardiogénico
además de la causa principal de shock). Cuando la función miocárdica se reduce,
el estado clínico del niño suele empeorar rápidamente.
Signos de shock
cardiogénico
La Tabla 4 presenta los signos de shock cardiogénico que suelen observarse
durante la impresión inicial y la evaluación primaria del niño. El texto en
negrita
indica signos específicos por tipo que distinguen el shock cardiogénico de otras
formas de shock.
Tabla
4. Resultados indicativos de un shock cardiogénico
La reanimación rápida con volumen en el shock cardíogéníco ante
una mala función miocárdica puede agravar el edema pulmonar y afectar aún más a
la función miocárdica. Por extensión, puede afectar a la oxigenación, la
ventilación y el gasto cardíaco. La reanimación con volumen en el shock
cardiogénico debe ser gradual. Administre bolos más pequeños (5 a 10 ml/kg) de
solución cristaloide isotónica y en períodos más prolongados (es decir, de io a
20 minutos). Supervise atentamente los parámetros hemodinámicos durante la
infusión de líquido y repita la infusión si es necesario.
Los lactantes y niños con shock cardiogénico a menudo necesitan medicación para
aumentar y redistribuir el gasto cardíaco, mejorar la función miocárdica y
reducir la RVS. Dirija el tratamiento para reducir el requerimiento metabólico,
como disminuir el esfuerzo respiratorio y controlar la fiebre. Así contribuirá a
limitar el gasto cardíaco y se responderá mejor a los requerimientos
metabólicos. Para obtener información más detallada, consulte el apartado 7:
"Manejo del shock".
Concepto crítico |
El aumento del esfuerzo respiratorio a menudo distingue el shock cardiogénico
del hipovolémico. En el shock hipovolémico, se presenta una "hiperpnea",
mientras que en un niño con shock cárdiogénico podrían observarse retracciones,
quejidos y el uso de los músculos accesorios. |
Shock obstructivo
En el shock obstructivo, el gasto cardíaco se ve afectado por una obstrucción
física del flujo sanguíneo.
Las causas del shock obstructivo incluyen :
Taponamiento cardíaco
Neumotórax a tensión
Lesiones cardíacas congénitas ductus-dependientes
Embolia pulmonar masiva
La obstrucción física al flujo sanguíneo ocasiona un gasto cardíaco escaso, una
perfusión tisular inadecuada y un aumento compensatorio de la RVS. La
presentación clínica temprana del shock obstructivo puede ser idéntica al shock
hipovolémico. Sin embargo, una exploración física detallada puede revelar signos
de congestión venosa pulmonar o sistémica que no es propia de la hipovolemia.
Conforme la afección progresa, los signos de congestión vascular, mayor esfuerzo
respiratorio y cianosis resultan más evidentes.
Shock obstructivo |
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Precarga |
Contractilidad |
Postcarga |
Variable |
Normal | Aumentada |
Fisiología y signos del shock obstructivo
La fisiopatología y los signos varían en función de la causa del shock.
Taponamiento cardíaco
El taponamiento cardíaco está ocasionado por una acumulación de líquido, sangre
o aire en el espacio pericárdico. Un aumento en la presión intrapericárdica y en
la compresión del corazón impide el retorno venoso pulmonar y sistémico. El
resultado es una disminución del llenado ventricular, el volumen sistólico y el
gasto cardíaco. Si no se trata, el taponamiento cardíaco deriva en un paro
cardíaco con actividad eléctrica sin pulso (AESP).
En niños, el taponamiento cardíaco suele producirse tras una cirugía cardíaca o
un traumatismo penetrante. También puede ser consecuencia de un derrame
pericárdico como complicación de un trastorno inflamatorio, un tumor o un
recuento extremadamente alto de leucocitos, o bien una infección del pericardio.
La Tabla 5 presenta los signos de taponamiento cardíaco que suelen encontrarse
en la impresión inicial y la evaluación primaria. Los signos que son exclusivos
del taponamiento pericárdico aparecen en negrita.
NOTA. Pulso paradógico |
El pulso paradójico es una manifestación exagerada de una variación normal del volumen sistólico que tiene lugar durante las fases de respiración. El volumen sistólico disminuye ligeramente durante la inspiración y aumenta también ligeram~nte durante la espiración. En el pulso paradójico, la presión arterial baja más de 10 m1n Hg con la inspiración, comparado con la espiración. La evaluación del pulso paradójico requiere tomar la presión arterial con un manguito manual. Infle el manguito hasta que no oiga ruidos (de la forma habitual). Disminuya lentamente la presión del manguito y anote el punto en el que se oyen los primeros ruidos de Korotkov, que será cuando el niño exhale. Continúe desinflando lentamente el manguito y anote el punto en el que los ruidos de Korotkov se oyen constantemente durante eifciclo respiratorio. Si la diferencia entre estos dos puntos es > 10 mm Hg, el niño tiene un pulso paradójico clínicamente importante.
|
Tenga en cuenta que en niños sometidos a cirugía cardiovascular, los signos de taponamiento podrían no distinguirse de los que se presentan con el shock cardiogénico. El resultado favorable depende del diagnóstico urgente y del tratamiento inmediato. El electrocardiograma en niños con una efusión pericárdica alta suele mostrar complejos QRS pequeños (tensión baja), pero la ecocardiografía ofrece un diagnóstico definitivo.
Neumotórax a tensión
El neumotórax a tensión está causado por la entrada de aire en el espacio
pleural, donde se acumula provocando presión. Este aire puede proceder del
tejido pulmonar esionado por un desgarro interno o una lesión penetrante en el
tórax. Una fuga de aire que entra en el espacio pleural pero cesa
espontáneamente se designa como neumotórax
simple. Una fuga continua puede
deberse a la ventilación con presión positiva o traumatismo torácico que expulsa
el aire del pulmón lesionado dirigiéndolo '1acia el espacio pleural. Si el aire
continúa entrando en el espacio pleural, se acumula a presión y es cuando
aparece el neumotórax a tensión. Conforme esta presión aumenta, se comprime el
pulmón y el mediastino se desplaza hacia el lado contrario del tórax.
La compresión del pulmón desencadena rápidamente la insuficiencia respiratoria.
La elevada presión intratorácica y la presión directa sobre las estructuras del
mediastino (corazón y vasos principales) dificultan el retorno venoso, lo que a
su vez ocasiona un rápido descenso del gasto cardíaco y la hipotensión. Un
neumotórax a tensión sin tratar progresa a un paro cardíaco caracterizado por
AESP.
Sospeche de neumotórax a tensión en una víctima con traumatismo torácico o en un niño intubado que empeora de repente al recibir ventilación con presión positiva (incluída ventilación con dispositivo de bolsa mascarilla ó ventilación no invasiva).
La Tabla 6 presenta los signos de neumotórax a tensión que suelen encontrarse en la impresón inicial y la evaluación primaria. Los signos que son exclusivos del neumotórax a tensión aparecen en negrita.
El resultado favorable depende de la inmediatez del diagnóstico y tratamiento.
Lesiones ductus-dependientes
Las anomalías cardíacas congénitas ductus-dependientes suelen presentarse en los
primeros días o primeras semanas de vida. Las lesiones ductus-dependientes
incluyen :
Lesiones cardíacas congénitas cianóticas (ductus- dependientes para el flujo sanguíneo pulmonar)
Lesiones obstructivas del tracto de salida del ventrículo izquierdo (ductus-dependiente para el flujo sanguíneo sistémico)
Las lesiones del flujo sanguíneo pulmonar ductus- dependientes se presentan con
cianosis, en lugar de signos de shock. Las lesiones obstructivas del tracto de
salida del ventrículo izquierdo a menudo se presentan con signos de shock
obstructivo en los primeros días o semanas de vida cuando el ductus arterias o
se cierra. Estas lesiones localizadas en el hemicardio izquierdo incluyen
estenosis aórtica, cayo aórtico interrumpido, estenosis de válvula aórtica grave
y síndrome de hemicardio izquierdo hipoplásico. Para la supervivencia, es
crucial restablecer y mantener la permeabilidad del ductus arterioso, ya que
actúa como vía de paso para el flujo sanguíneo sistémico que se desvía de la
obstrucción del lado izquierdo.
La Tabla 7 presenta los signos característicos de las lesiones obstructivas del
tracto de salida del ventrículo izquierdo qt.e se pueden encontrar durante la
evaluación del niño. Los signos que son exclusivos de lesiones obstructivas del
tracto de salida del ventrículo izquierdo aparecen en negrita.
Identificar e intervenir lesiones
ductus-
dependientes |
Para que el lactante sobreviva, debe reconocer rápidamente las lesiones ductus-
dependientes e iniciar de inmediato el tratamiento para abrir y mantener
permeable el ductus arterioso. |
Identificar e intervenir
|
Sin un reponocimiento temprano y un tratamiento inmediato, los niños con shock obstructivo suelen progresar rápidamente a insuficiencia cardiopulmonar y paro cardíaco. |
Embolia pulmonar masiva
La embolia pulmonar es una obstrucción total o parcial de la arteria pulmonar o
sus ramas ocasionada por un coágulo, grasa, aire, líquido amniótico, fragmento
de catéter o elemento inyectado. Más comúnmente, un émbolo pulmonar es un trombo
que pasa a la circulación pulmonar. La embolia pulmonar no es frecuente en
niños, pero puede desarrollarse cuando una afección subyacente predispone al
niño a la trombosis intravascular. Por. ejemplo, catéter venoso central,
drepanocitosis, cáncer,
afecciones del tejido conjuntivo y enfermedades heredadas de coagulación (p. ej.:
deficiencias de antitrombina 111, proteína S y proteína C).
La embolia pulmonar ocasiona disparidad en la relación ventilación/perfusión,
hipoxemia, aumento de la resistencia vascular pulmonar que provoca una
insuficiencia en el hemicardio derecho, menor llenado del ventrículo izquierdo y
disminución del gasto cardíaco. La embolia pulmonar puede ser difícil de
diagnosticar porque los signos pueden ser leves e inespecíficos (cianosis,
taquicardia e hipotensión). Un émbolo pulmonar podría pasar inadvertido a los
proveedores, especialmente en niños. Sin embargo, los signos de congestión e
insuficiencia del hemicardio derecho ayudan a distinguirla del shock
hipovolémico. Algunos niños con embolia pulmonar se quejan de dolor torácico,
como consecuencia de la falta de flujo sanguíneo oxigenado al tejido pulmonar.
La Tabla 8 presenta los signos característicos de la embolia pulmonar que se
pueden encontrar durante la evaluación del niño.
El tratamiento del shock obstructivo es específico según la causa; reconocer
y corregir rápidamente la causa subyacente de la obstrucción puede ser crucial
para salvar la vida. Las tareas más decisivas para los proveedores de SVAP/PALS
son el reconocimiento, diagnóstico y tratamiento
rápidos del shock obstructivo.
Diagrama de flujo de reconocimiento del shock