Rubéola

Febrero 2018


 

Rubéola

 

2.- Síndrome de rubéola congénita e Infección congénita por el virus de la rubéola

 

El SRC es la consecuencia más grave de la rubéola. Aparece como consecuencia de la infección del feto por el virus de la rubéola durante el primer trimestre del embarazo y puede ser causa de aborto espontáneo o inducido, mortinato o múltiples anomalías congénitas; pueden estar afectados prácticamente todos los órganos. La sordera es la manifestación más frecuente y a menudo la única del SRC. Cuando la infección fetal ocurre sin malformaciones congénitas se denomina infección congénita por el virus de la rubéola.

 

El riesgo de anomalías congénitas tras la infección materna por el virus de la rubéola varía del 10 al 90%. La gravedad y el tipo de anomalía dependen de la edad gestacional del feto en el momento de la infección. El período más peligroso son las 12 primeras semanas de gestación; las anomalías congénitas son raras como consecuencia de infecciones posteriores a las 20 semanas. La especificidad del órgano está dada en general por el momento de la infección intrauterina; sin embargo, la relación entre las anomalías fetales y el tiempo de la infección no siempre es clara. Una vez establecida la infección, ésta se puede diseminar a muchos órganos y las lesiones se pueden acumular. Las anomalías oftálmicas y cardíacas se suelen presentar con una infección ocurrida durante las 8 primeras semanas del embarazo, mientras que el daño cerebral y la sordera cuando la infección ocurre en las 18 primeras semanas del embarazo .

 

Aunque la vacunación antirrubeólica está contraindicada durante el embarazo, no se han notificado casos de SRC en más de 1.000 embarazadas susceptibles, que recibieron de forma inadvertida la vacuna al comienzo del embarazo. En una investigación de casi 19.000 embarazadas inadvertidamente vacunadas contra la rubéola en una gran campaña masiva, tampoco se  encontraron pruebas de casos de SRC (datos no publicados). Por lo tanto, la vacunación inadvertida contra la rubéola durante embarazo no constituye una indicación de aborto.

 

Prevención del SRC

 

Las vacunas existentes contra la rubéola, autorizadas internacionalmente, únicas o en combinación con vacunas contra la parotiditis y el sarampión han demostrado una gran eficacia en la prevención de la infección por el virus de la rubéola y del SRC en diferentes partes del mundo. La OMS recomienda el uso de la vacuna contra la rubéola en todos los países que cuentan con programas eficientes de inmunización infantil, con una cobertura de rutina sostenida superior al 80%, donde se considere una prioridad de salud pública la reducción o eliminación del SRC y donde se puedan movilizar recursos con el fin de ejecutar una estrategia apropiada. La carga de enfermedad mundial por el SRC ya se encuentra bien caracterizada; ahora se debe dar prioridad a la promoción de la lucha contra este síndrome y a su prevención.

 

Los países que desean prevenir el SRC están ahora vacunando a las adolescentes y a las mujeres en edad fértil; la población destinataria precisa es función del perfil de susceptibilidad, de la  aceptabilidad cultural y de la factibilidad operativa. Los resultados más rápidos se pueden obtener mediante campañas masivas dirigidas a las mujeres en edad fértil; sin embargo, el control total del SRC ha resultado difícil utilizando como única estrategia la vacunación dirigida. La vacunación por conducto exclusivo de los servicios regulares, sin una orientación hacia las mujeres en edad fértil, conduce a un retraso durante el cual pueden ocurrir e incluso aumentar los casos de SRC .

 

La adopción de la vacunación sistemática contra la rubéola ha aumentado progresivamente, hasta alcanzar 116 de los 192 países (60%) . Todos los países que emprenden la eliminación de la rubéola deben procurar que las mujeres en edad fértil estén inmunizadas y que la cobertura rutinaria en los niños se sostenga por encima del 80% .

 

Figura 4.- Países que aplican la vacuna antirrubeólica en los esquemas regulares de vacunación